Durante 2018, a medida que crece el interés por el cannabis en todo el mundo, los parlamentarios españoles enviaron preguntas sobre la producción actual de cannabis en territorio español a las autoridades competentes. El Observatorio Europeo del Cultivo y el Consumo de Cannabis, una organización sin ánimo de lucro que trabaja en la reforma de las leyes sobre el cannabis, acaba de publicar un documento en el que analiza estas respuestas.
Las preguntas se dirigieron a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), organismo dependiente del Ministerio de Sanidad y con competencias para conceder licencias de cultivo de cannabis. Al revisar las respuestas de la AEMPS, el OECCC comprobó que el gobierno español lleva tiempo concediendo licencias de cultivo de cannabis, pero sin ningún procedimiento administrativo formal y en total opacidad.
La falta de un procedimiento nacional
La producción de cannabis medicinal está permitida en España, en menor medida, sólo para fines de investigación y exportación. Las leyes que regulan esta producción se remiten a las disposiciones de los tratados internacionales sobre estupefacientes, normas que datan de antes de la última constitución española y que son consideradas por muchos países como anticuadas. El Observatorio señala la falta de legislación nacional en este ámbito y, por extensión, la ausencia de un procedimiento administrativo que regule la asignación de licencias de forma transparente.
Desde 2011, se han presentado 179 solicitudes y probablemente se han concedido un máximo de 12. Para explicar este elevado número de rechazos, la AEMPS explica que las solicitudes no se ajustaban a las normas vigentes y a los criterios que éstas establecen, a saber: la presencia de un fabricante autorizado al que entregar el cultivo y la prueba del origen legal de las semillas. Sin embargo, tras una investigación, la OECCC señala que algunas variedades de semillas cultivadas en España no aparecen en los registros oficiales. De forma más general, el Observatorio señala que el sistema es extremadamente restrictivo y con criterios muy vagos.
Falta de transparencia
Al comparar las distintas respuestas de la AEMPS, el OECCC encontró incoherencias y omisiones. En una respuesta de diciembre de 2017, la agencia menciona 6 licencias concedidas a 5 empresas, el 15 de enero de 2018 sólo menciona una licencia, en febrero 12 y en diciembre 8 concedidas a 7 empresas. Esta información no se corresponde con la publicada en el sitio web de la agencia el 18 de diciembre. Este último menciona empresas que no se mencionan en las respuestas, como Cafina o Oils4Cure Sl, y no menciona otras empresas mencionadas en las respuestas, como Parque Etnográfico Pirámides de Güimar S.A.U y DJT Plants.
Por tanto, es imposible saber con claridad qué empresas tienen licencias de producción y cuántas. Sobre todo porque algunas licencias han cambiado de manos, como la concedida a Alcaliber, que ahora está en manos de Linneo Health, una empresa propiedad de GHO, un fondo británico que opera desde el paraíso fiscal de las Islas Caimán. Esta licencia pertenece en parte al magnate de los opioides y multimillonario Juan Abello, que ahora se ha dedicado al cannabis. El Observatorio denuncia la creación, sin que el público lo sepa, de un oligopolio del cultivo de cannabis entre las grandes empresas farmacéuticas. Lanzó su informe desde las instalaciones de Monsanto en Cartagena, que también son sospechosas de albergar cultivos de cannabis.
Como órgano de la Administración, la AEMPS está obligada por la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia de los procedimientos, acceso a la información pública y buen gobierno, a proporcionar información veraz y con total transparencia. También es su deber establecer unos criterios y un procedimiento claros que garanticen la igualdad de oportunidades y la seguridad jurídica para todas las empresas que deseen embarcarse en un proyecto de este tipo. El OECCC concluye su análisis, que ha enviado a parlamentarios y grupos de presión, recomendando la creación de una agencia gubernamental dedicada específicamente al cannabis y a la tramitación de dichas solicitudes.