High Times, la emblemática publicación estadounidense dedicada a la cultura del cannabis, se encuentra en un momento crítico con motivo de la celebración de su 50º aniversario.
High Times, que en su día fue pionera del sector, se encuentra ahora en suspensión de pagos, con sus activos a la venta en un intento por saldar las crecientes deudas.
Una rica historia
Fundada en 1974 por Tom Forcade, High Times se convirtió rápidamente en la voz de la contracultura cannábica. A lo largo de las décadas, la empresa se ha expandido más allá de su revista insignia para incluir Dope Magazine, Culture Magazine y eventos tan conocidos como la High Times Cannabis Cup y la Chalice Cup. Estas iniciativas han permitido a High Times convertirse no sólo en una publicación, sino en una piedra angular de la cultura cannábica que promueve la legalización y el estilo de vida cannábico.
Sin embargo, la expansión de la revista no se ha limitado a publicaciones y eventos. Se aventuró en el comercio minorista, adquiriendo licencias para dispensarios y afianzándose en la industria del cannabis. Esta diversificación tenía como objetivo captar un mercado más amplio y estabilizar sus fuentes de ingresos.
Dificultades financieras y cambios de propiedad
Las semillas de la situación actual de High Times se sembraron en 2017, cuando Hightimes Holding Corp, de Adam Levin, adquirió la marca por 70 millones de dólares a Trans-High Corporation (THC). La visión de Levin era ambiciosa, e implicaba una cotización pública en el NASDAQ para atraer más inversión. Por desgracia, este plan se topó con importantes obstáculos, principalmente debido a la naturaleza de los eventos de la empresa relacionados con el cannabis.
La estrategia de Levin para aumentar los ingresos incluía una serie de adquisiciones, centradas en empresas de eventos y licencias de dispensarios Have a Heart en California. Sin embargo, muchos de estos acuerdos no llegaron a materializarse, lo que obligó a la empresa a vender acciones continuamente para financiar nuevas adquisiciones. Este ciclo de endeudamiento y adquisiciones acabó provocando una grave inestabilidad financiera.
Problemas legales y suspensión de pagos
Las dificultades financieras llegaron a su punto álgido el año pasado, cuando Adam Levin fue acusado de fraude por la Securities and Exchange Commission (SEC) por no revelar las promociones pagadas relacionadas con las ofertas de acciones de la empresa. Como resultado, Levin fue inhabilitado para formar parte del consejo de administración durante tres años y High Times fue condenada a pagar casi 700.000 dólares de multa. Este embrollo legal erosionó aún más la confianza de los inversores y agravó las dificultades financieras de la empresa.
Como resultado de estas dificultades, High Times fue declarada en suspensión de pagos por el tribunal. Greenlife Business Group ha sido designado para gestionar la venta de los activos de la marca y ha fijado el 17 de mayo como fecha límite para la presentación de ofertas. Todos los activos por los que no se haya pujado antes de esa fecha se venderán en subasta. Los principales activos en venta incluyen la propiedad intelectual, la marca, los nombres de dominio y las URL de High Times, Dope Magazine y Culture Magazine, así como las marcas de los eventos Cannabis Cup y Chalice Cup.
Hasta ahora, el único activo que ha sido objeto de una oferta es la marca 420.com, que se espera vender por unos 100.000 dólares, tras haber sido adquirida originalmente por más de 300.000 dólares. Según el director general de Greenlife, el conjunto de los medios de comunicación podría alcanzar unos 7 millones de dólares, una fracción de su valor anterior.
La situación actual de High Times es un claro recordatorio de la volatilidad de la industria del cannabis. El momento es especialmente desafortunado, ya que la revista celebra su 50 aniversario, un hito que normalmente sería motivo de celebración. En lugar de ello, se encuentra lidiando con la posible desintegración de su otrora formidable imperio mediático.
El sitio web de High Times está actualmente fuera de línea.