El Presidente Joe Biden anunció su decisión de retirarse de la carrera presidencial en una carta publicada en su cuenta X el domingo.
«Ha sido el mayor honor de mi vida servirles como Presidente», escribió Biden en su carta. «Y aunque he tenido la intención de presentarme a la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me haga a un lado y me centre únicamente en mis obligaciones como Presidente durante el resto de mi mandato».
¿Y la legalización del cannabis? A mediados de mayo, el presidente Biden pidió a las agencias federales que revisaran la clasificación del cannabis, con el objetivo de pasarlo de la Lista I a la Lista III de la lista de sustancias controladas, una categoría que haría menos complicado su acceso, sobre todo para la investigación, y estaría más en consonancia con la peligrosidad real del cannabis.
Esta decisión se produce tras numerosas declaraciones públicas de Biden sobre el cannabis, entre ellas su discurso sobre el Estado de la Unión, en el que afirmó que nadie debería ser encarcelado por posesión de cannabis.
Con este importante paso adelante, los partidarios de la legalización se estarán preguntando cuál será el siguiente paso.
«El presidente Biden ha dado pasos históricos para poner fin a la prohibición federal del cannabis, incluyendo el inicio del proceso para colocar el cannabis en la Lista III y la concesión de indultos a miles de estadounidenses condenados por delitos no violentos relacionados con el cannabis. Esperamos que la actual administración finalice el proceso de reclasificación y que el próximo candidato apoye el fin formal de la prohibición federal del cannabis», declaró David Culver, vicepresidente senior de asuntos públicos del American Cannabis Council.
Con la marcha de Biden, la vicepresidenta Kamala Harris está bien situada para tomar el relevo. Esta última ha dado un giro de 180 grados en el tema de la legalización del cannabis desde sus días como fiscal en California, encargada de aplicar la penalización del cannabis.
En numerosas ocasiones, sobre todo en el último año, Harris ha calificado de «absurda» y «manifiestamente injusta» la actual clasificación del cannabis como equivalente a la heroína y considerado más peligroso que el fentanilo.
En un reciente programa de Jimmy Kimmel, Kamala Harris aprovechó la oportunidad para reafirmar su nueva postura de que los consumidores de cannabis no deben ser condenados a prisión.
«Creo que ambos estamos de acuerdo en que la gente no debería ir a la cárcel por fumar hierba. Y hemos indultado a varias personas», dijo la vicepresidenta.
En la misma entrevista, Harris también abordó la teoría del cannabis como droga de entrada, que ha sido ampliamente desacreditada.
Está la legalización del cannabis en buenas manos si la vicepresidenta Harris acaba sentándose en la mesa más grande del Ala Oeste? En cualquier caso, más que con Trump.
En abril del año pasado, dijo en una reunión de la Asociación Nacional del Rifle que el aumento de los tiroteos masivos en todo el país «no era un problema de armas», sino que el cannabis «genéticamente modificado» y la comunidad transgénero podrían ser los culpables y, por lo tanto, deberían ser investigados.
Pero como dijo Don Murphy, fundador del American Cannabis Collective, que asistió a la Convención Nacional Republicana la semana pasada, «no veo a Donald Trump metiendo el dedo en el ojo al 80% de los estadounidenses» que ahora tienen acceso legal al cannabis.
Así que, como suele ocurrir con Trump, su postura no está clara.
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