La Isla de Man, una dependencia de la Corona británica, ha dejado clara su intención de acoger a las empresas de cannabis medicinal, anunciando en 2020 que pretendía representar el «régimen regulador mundial de referencia para el sector de la exportación de cannabis».
Cuatro años después, con una estructura reguladora concreta centrada en las empresas, la isla busca activamente oportunidades en el cannabis para diversificar su economía.
Antes de su asistencia a Cannabis Europa en Londres a finales de este mes, donde espera hablar con las principales empresas europeas de cannabis, el director ejecutivo de Business Isle of Man, Tim Cowsill, afirma que la «puerta está ahora abierta» para la isla.
Dijo a Business of Cannabis:«Venimos a Cannabis Europa, es la primera feria que hacemos con la puerta abierta en la Isla de Man, porque ahora sentimos que tenemos la experiencia y la comprensión para comercializar activamente la isla.»
Una isla abierta al cannabis medicinal
En medio de la pandemia mundial de COVID-19, el gobierno de la Isla de Man ha tratado de diversificar su economía más allá de las finanzas y el juego en línea, los dos principales sectores que han apuntalado su economía en los últimos años.
El Departamento de Empresa, del que Business Isle of Man es una agencia ejecutiva, recibió el encargo de sondear posibles nuevas vías que encajaran en el marco normativo y las áreas de especialización existentes en la isla.
Un miembro de la junta del sector privado del condado, responsable de la industria biomédica de la isla, consideró que el emergente sector del cannabis medicinal encajaba a la perfección.
El Sr. Cowsill explica que «presentó al gobierno la oportunidad del cannabis medicinal y les dijo que si querían diversificar y complementar el sector biomédico existente aquí, sin duda deberíamos echarle un vistazo»
Dada la reputación de la Isla de Man como jurisdicción bien regulada para los servicios financieros, y su capacidad única para ser «ágil» y adaptar su marco a las necesidades de las empresas, la organización determinó que podía utilizar su experiencia en otros sectores para crear una oferta única para las empresas europeas de cannabis.
En 2020, lanzó una consulta pública, afirmando que el lanzamiento de una industria de cannabis medicinal podría crear 250 puestos de trabajo, generar 11,5 millones de libras en salarios anuales y aumentar los ingresos fiscales del gobierno en 3 millones de libras al año.
Desde que declaró su intención de acoger a las empresas cannábicas en 2020 y legalizó el cultivo, la distribución y la exportación de cannabis en enero de 2021, una decisión descrita como «el amanecer de un nuevo sector económico» en el territorio, los avances han sido relativamente limitados.
En 2022, la Comisión de Supervisión del Juego (GSC) de la isla anunció que había emitido su primera carta de aprobación en principio a la empresa británica GrowLab Organics (GLO), concediéndole una licencia completa para cultivar, fabricar, importar y, por primera vez, exportar cannabis medicinal desde la Isla de Man. Cowsill afirma que el retraso es totalmente intencionado.
«Hemos sido muy prudentes con el desarrollo. Sabíamos que era mucho más fácil desarrollar una propuesta si contábamos con una empresa que hubiera estado allí.
«Aunque fuimos un poco lentos a la hora de establecer el mercado, básicamente queríamos asegurarnos de que la estructura reguladora era lo bastante fuerte como para aguantar
Ahora que ya se ha creado esa estructura y que la isla ha determinado su «propuesta única de venta» para las empresas, Cowsill afirma que su organización «se siente segura» para seguir adelante.
Como resultado, el Gobierno espera que haya 10 empresas de cannabis establecidas en la isla para finales de año.
Una oferta única
La isla tiene una larga tradición exportadora y está acostumbrada a crear productos nicho a medida, como relojes y trenes de aterrizaje de aviones.
Estas áreas de especialización se aprovechan ahora para crear «cannabis medicinal de alto valor añadido» destinado a la exportación.
«Nuestro mayor activo es la presencia de pequeños cultivadores a medida y pequeñas empresas que se centran en un producto de alta calidad», prosigue Cowsill.
«Sabemos que no vamos a competir con países como Canadá o California en términos de producción, pero creemos que las oportunidades residen en un producto nicho de alta calidad. La mejor comparación que puedo hacer es con una fábrica de cerveza artesanal.
«El terreno llano que podemos desarrollar es limitado. Así que buscamos empresas que se desarrollen en el interior. Sabemos que podemos tener seis o siete en la isla»
Dada la ubicación de la isla, Cowsill sugirió que los cultivadores se beneficiarían de un menor riesgo de polinización cruzada y que varias empresas de I+D que buscan traer biomasa a la isla y convertirla en productos han manifestado su interés.
Además de su paisaje único, el sistema normativo de la isla también es «diferente en estructura a todos los demás».
«Vamos a explicar las reglas del juego. Le dimos a GLO una licencia condicional y les dijimos que si lo hacían todo bien, les daríamos una licencia de exportación»
«Eso es muy diferente de otros reguladores que tienen más bien la propuesta del huevo o la gallina de que primero hay que construir la instalación. Antes incluso de que empiecen a cavar la tierra para construir la instalación, habríamos definido todo eso»
«Si el producto está bien diseñado y explicamos a la gente que viene a la isla cuáles son las reglas del juego, debería estar suficientemente claro para que elaboren una propuesta»
