La Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) ha anunciado recientemente que el tenista estadounidense Casey Kania ha sido suspendido por violar el Programa Antidopaje del Tenis (TADP). La suspensión, de dos años de duración, se produce después de que Kania diera positivo por cannabis en un torneo del ATP Challenger Tour celebrado en Cary (Carolina del Norte).
El incidente suscitó un debate sobre el consumo recreativo de sustancias en el deporte profesional, especialmente en Estados donde el cannabis es legal, y las consecuencias para los deportistas que dan positivo.
THC prohibido por la AMA
Según diversas fuentes, el análisis de orina realizado a Kania en competición en el torneo de Cary reveló la presencia de THC, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). El análisis que confirmó la presencia de cannabis llevó a Kania a ser acusada de una infracción de las normas antidopaje en virtud del TADP.
La ITIA reconoció que Kania no había infringido intencionadamente las disposiciones del TADP, pero señaló su incapacidad para demostrar la ausencia de culpa o negligencia en la infracción. En consecuencia, Kania fue suspendida durante dos años, del 2 de febrero al 1 de febrero de 2026. Esta suspensión conlleva graves repercusiones, incluida la pérdida de todos sus resultados, puntos de clasificación y premios en metálico acumulados en el torneo Cary Challenger.
Impacto en la carrera de Kania
La carrera de Casey Kania se ve efectivamente truncada por esta suspensión. A pesar de ser un jugador con un ranking relativamente bajo, con su mejor clasificación en dobles en el puesto 1.317, las aspiraciones de Kania de ascender en el escalafón se ven comprometidas.
El ex jugador de la Universidad de Carolina del Norte tiene ahora prohibido participar, entrenar o asistir a cualquier evento de tenis asociado con la ITIA, incluidas la ATP, la ITF, la WTA, Tennis Australia, la Federación Francesa de Tenis, Wimbledon y la USTA, lo que incluye los cuatro torneos del Grand Slam, incluido el Abierto de Francia.
El caso de Kania ha reabierto el debate sobre el consumo de cannabis en el deporte profesional. Mientras algunos abogan por su despenalización y su eliminación de las sustancias que mejoran el rendimiento, como en la UFC por ejemplo, otros insisten en la importancia de cumplir las normas antidopaje para garantizar una competición justa. La inclusión del THC en la lista de sustancias prohibidas de la AMA plantea interrogantes sobre su clasificación y su impacto en los deportistas, especialmente en las jurisdicciones en las que su uso recreativo está legalizado.
Más allá de las circunstancias individuales de Kania, su suspensión es un recordatorio de las estrictas consecuencias a las que se enfrentan los atletas que infringen las normas antidopaje. Recientemente, la corredora de 100 y 200 metros Sha’Carri Richardson dio positivo por cannabis y se perdió los últimos Juegos Olímpicos de Verano. Ganó el título mundial femenino de los 100 metros lisos en Budapest en 2023, con una marca de 10,65 segundos. La saltadora de longitud estadounidense Tara Davis-Woodhall también perdió su título tras dar positivo por cannabis.
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