La República Checa permitirá a los médicos de cabecera recetar cannabis medicinal para el dolor crónico a partir del 1 de abril de 2025.
La decisión se ha tomado tras una intensa campaña de presión por parte de grupos de defensa de los pacientes y profesionales sanitarios. En la actualidad, sólo 8.000 pacientes consumen legalmente cannabis medicinal en el país, mientras que las encuestas sugieren que más de un millón de personas recurren a él con fines médicos, a menudo mediante el cultivo casero.
Simplificar el acceso al cannabis para el dolor crónico
Hasta ahora, las recetas de cannabis en la República Checa estaban reservadas a médicos especialistas, lo que creaba importantes barreras para los pacientes. El nuevo decreto simplifica el acceso al cannabis medicinal al permitir a los médicos de cabecera recetar cannabis en casos de dolor crónico refractario.
Petr Šonka, Presidente de la Asociación de Médicos Generales de la República Checa, celebró la importancia de esta reforma.
«Si los médicos de cabecera pueden recetar opiáceos como la morfina, tiene sentido que también se les permita recetar cannabis medicinal», explicó.
Al transferir a los médicos de cabecera la facultad de recetar, el Gobierno pretende satisfacer la creciente demanda de cannabis medicinal manteniendo al mismo tiempo un control adecuado.
El desfase entre las prescripciones legales y el consumo real ya había puesto de manifiesto la necesidad de una reforma. Los datos del Observatorio Nacional de las Drogas muestran que, aunque sólo un pequeño número de pacientes checos tiene acceso legal al cannabis medicinal, unas 600.000 personas en la República Checa cultivan y consumen cannabis en casa con fines médicos.
Esta disparidad expone a los pacientes a posibles riesgos legales, ya que el cultivo personal y la distribución siguen siendo delitos a pesar de la despenalización del consumo personal.
«Los pacientes admiten abiertamente que cultivan cannabis en casa con fines terapéuticos», señaló Šonka.
Obstáculos administrativos y financieros
La reforma debería reducir las cargas administrativas para médicos y pacientes. Según las nuevas normas, las recetas podrán expedirse para un máximo de tres meses cada vez, frente al mes actual.
Sin embargo, persisten las limitaciones financieras. Aunque el seguro cubre el 90% del coste de hasta 30 gramos de cannabis al mes, muchos pacientes necesitan cantidades mucho mayores. En el caso de personas con enfermedades como la esclerosis múltiple, las necesidades mensuales pueden llegar a los 90 gramos, lo que les obliga a sufragar importantes gastos de su bolsillo. Con el precio del cannabis en torno a 200 coronas checas (8 euros) por gramo, los costes pueden ser prohibitivos para muchos.
