El Senado francés va a ser el centro de un animado debate sobre la mejor manera de abordar los problemas de la droga en Francia. Por un lado, un proyecto de ley antidroga bipartidista, apoyado por el Gobierno, pretende reforzar las medidas represivas y judiciales contra el tráfico de drogas. Por otro, el grupo ecologista del Senado ha presentado un proyecto de ley que aboga por la despenalización del consumo de drogas, con la esperanza de replantear el debate en torno a la salud y la seguridad públicas.
Un llamamiento para replantear la lucha contra las drogas
El grupo ecologista, liderado por la senadora por París Anne Souyris y el senador por Bouches-du-Rhône Guy Benarroche, criticó el enfoque actual por estar demasiado centrado en la represión. Abogan por una visión más amplia que incorpore consideraciones sanitarias y sociales a la lucha contra la droga.
«Sin una visión global, no tendremos una política antidroga eficaz», declaró Benarroche en rueda de prensa. Souyris añadió: «Nos equivocamos al querer disociar los aspectos sanitarios y de seguridad pública de esta lucha».
Los ecologistas han presentado un proyecto de ley para despenalizar el consumo ilegal de sustancias destinadas al consumo personal, entre las que se incluye el cannabis. Su propuesta sugiere sustituir el actual sistema punitivo por una «citación ante una comisión médico-social», que evaluaría la situación social y sanitaria del usuario y recomendaría un tratamiento adecuado a la manera de lo que Portugal logró con éxito hace más de 20 años. El proyecto de ley mantiene el delito penal de tráfico de drogas, persiguiendo a los traficantes y ofreciendo al mismo tiempo un enfoque más compasivo con los consumidores.
Legislación antidroga más amplia
Al mismo tiempo, el Senado está estudiando un proyecto de ley antidroga multipartidista defendido por Étienne Blanc (Les Républicains) y Jérôme Durain (Parti Socialiste). El proyecto incluye medidas de lucha contra la corrupción, el blanqueo de dinero y la delincuencia organizada. Por ejemplo, el artículo 11 introduce la detención policial prolongada para los traficantes de drogas, y el artículo 22 autoriza la detención preventiva de hasta cuatro años por delitos relacionados con el crimen organizado.
Aunque apoya algunas disposiciones de la ley antidroga, el grupo ecologista ha expresado sus reservas. Le preocupan las medidas que pueden atentar contra las libertades individuales y el derecho de defensa. Por ejemplo, el artículo 16, que introduce un «expediente seguro», ha sido criticado por el Conseil National des Barreaux por limitar los procedimientos contradictorios en investigaciones delicadas.
Además, el artículo 24, conocido como el «artículo Retailleau», permite a los prefectos expulsar de sus domicilios a las personas implicadas en el tráfico de drogas, una medida considerada por muchos demasiado dura.
Inspírate en los modelos internacionales
Los ecologistas abogan por un enfoque más centrado en la salud, inspirándose en la pionera política antidroga de Portugal. A principios de la década de 2000, Portugal despenalizó el consumo de drogas, dando prioridad al tratamiento frente al castigo. Esta política ha permitido reducir considerablemente el número de consumidores de heroína, de 100.000 en 2001 a 30.000 en 2021.
Anne Souyris subrayó la importancia de adoptar un modelo similar: «En otros países, la cuestión de la despenalización del consumo de drogas es transparente. Los suizos y los daneses no son Babacool, han legislado pensando en el orden social».
Su propuesta de ley pretende remediar lo que ella describe como la «sanción social» que supone criminalizar el consumo de drogas.
«Son las poblaciones ya discriminadas las más afectadas por la represión», señala, pidiendo que se ponga fin al «crimen de la pobreza».
Guy Benarroche lamentó la falta de una campaña de salud pública para educar a los consumidores sobre los peligros del consumo de drogas y sus vínculos con el crimen organizado. Recientemente, el Ministro del Interior Bruno Retailleau prometió una campaña de «choque» para concienciar a la población, pero este tipo de iniciativas siguen ausentes de la legislación.
El Grupo de los Verdes espera que sus esfuerzos por despenalizar el consumo de drogas allanen el camino para un debate más amplio sobre la política de drogas en Francia.
Como explica el Sr. Souyris, «un segundo pilar debe ser la salud. Esperamos abrir este debate poniendo el pie en la puerta».