Desde la legalización del cannabis en Alemania a principios de este año, Berlín ha experimentado una importante reducción de los delitos relacionados con el cannabis.
Disminución de los delitos relacionados con el cannabis
El número de delitos relacionados con el cannabis en Berlín ha descendido significativamente desde la legalización. Entre abril y octubre de 2024, la policía berlinesa registró 1.685 infracciones a la ley del cannabis, frente a las 5.315 infracciones en el mismo periodo de 2023, cuando estaban en vigor leyes de drogas más estrictas. Entre ellas había 81 infracciones administrativas, como el consumo de cannabis en zonas restringidas.
Esta reducción se atribuye en gran medida a la despenalización de la posesión de cannabis para consumo personal, que suponía casi el 80% de las infracciones anteriores.
Vasili Franco, diputado del Partido Verde, considera que se trata de una victoria. Dijo «Contrariamente a todas las declaraciones alarmistas, la ley sobre el cannabis está mostrando los primeros resultados después de sólo unos meses. La despenalización debería significar que los consumidores de cannabis ya no son innecesariamente perseguidos, criminalizados y estigmatizados.»
Diferentes resultados regionales
Mientras Berlín celebra estos primeros éxitos, Baviera presenta un marcado contraste. Los informes de verano revelan que la policía bávara registró 4.561 infracciones relacionadas con el cannabis entre abril y junio. De estas infracciones, 1.430 tenían que ver con el tráfico o la posesión de cantidades superiores a los límites legales, mientras que casi 3.000 incidentes tenían que ver con conducción bajo los efectos del cannabis.
El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, condenó la legalización, calificándola de «gran error en términos de política de seguridad y salud»
La política de legalización ha recibido fuertes críticas de los círculos conservadores incluido el ministro del Interior de Baviera. Por ejemplo, Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), se ha comprometido a derogar la ley del cannabis si su partido gana las próximas elecciones. Describió la ley como «un grave error y un pecado contra nuestros hijos»
Sus críticos, como Alexander Poitz, del sindicato de la policía, creen que la ley está mal concebida y corre el riesgo de ampliar los mercados para el crimen organizado.
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