Nueva Caledonia quiere subir una marcha para el CBD. La Association des Chanvriers de l’archipel acaba de transformarse. A partir de ahora, se llamará Syndicat du chanvre de Nouvelle-Calédonie, con Frédéric Gérard a la cabeza. El objetivo es legalizar (por fin) el cáñamo en este territorio francés.
Esta unión no tiene ninguna relación con la Unión del Cáñamo de Francia Metropolitana, ni con la Unión del Cáñamo de Polinesia en Tahití. Pero el objetivo es el mismo: hacer avanzar las mentalidades… y la ley.
Nueva Caledonia es una colectividad autónoma cuyas leyes difieren de las de la Francia continental. Por ejemplo, tiene su propio gobierno y parlamento. Y a nivel local, el CBD está prohibido desde un decreto de 2018. La sustancia se considera un estupefaciente en el archipiélago, que prohíbe por tanto su uso y comercialización.
Además, la legislación neocaledonia prohíbe la importación de semillas y granos de cáñamo, considerados «especies invasoras».
La legislación francesa, que limita los niveles de THC al 0,3%, hace muy difícil, si no imposible, el cultivo del cáñamo. De hecho, el clima tropical de Nueva Caledonia aumenta mecánicamente los niveles de THC.
Reunión ha introducido, por ejemplo, excepciones para probar el cultivo de cáñamo al 1%.
«Una ley de 1969 prohíbe todo el cáñamo»
La reciente legalización de los cannabinoides no psicotrópicos en Francia no cambia nada esta situación. Una herejía para este nuevo sindicato, que quiere hacer oír su voz. Su objetivo es, en primer lugar, utilizar el cáñamo en la industria y, en segundo lugar, producir cáñamo por sus cannabinoides.
«Hay una ley de 1969 que prohíbe todo lo relacionado con el cáñamo índico, pero me permite solicitar una licencia para cultivar amapolas o coca«, bromeó el presidente del sindicato en Caledonia TV. Así que ya es hora, dado que la ONU reclasificó la planta en diciembre de 2020, de clasificar el cáñamo como estupefaciente con uso médico.»
Durante esta entrevista, Frédéric Gérard dijo que estaba en contacto con la DASS, el Ministerio de Sanidad local. Pero las autoridades no han dado hasta ahora una respuesta «realmente concluyente».