El cannabis en Francia

Olivier Faure, a favor de legalizar el cannabis y experimentar con él «en algunos departamentos y ciudades»

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Olivier Faure, Primer Secretario del Partido Socialista, aboga ahora firmemente por experimentar con la legalización del cannabis en Francia.

Con Francia enfrentándose a un aumento de la delincuencia relacionada con las drogas, especialmente en ciudades como Marsella, muchos se preguntan si la legalización del cannabis podría ser una solución viable para frenar este creciente problema propiciado por la prohibición de las drogas en general y del cannabis en particular.

Un sistema roto

En declaraciones a RMC y BMFTV, Olivier Faure expresó su frustración con el enfoque actual de la lucha contra el tráfico de drogas en Francia. En su opinión, el país se enfrenta a una crisis cada vez más grave, ya que Francia sigue siendo un importante consumidor de drogas ilegales y el tráfico se extiende a las ciudades pequeñas y medianas.

En Marsella, por ejemplo, las familias se ven obligadas a huir de los narcotraficantes, mientras que los sicarios, a menudo reclutados en las cárceles, son cada vez más jóvenes. Faure insistió en que «existe todo un sistema y hay que acabar con él».

A pesar de su muy estricta política antidroga, Francia es paradójicamente uno de los mayores consumidores de cannabis de Europa. Olivier Faure subrayó esta contradicción, sugiriendo que las leyes actuales no consiguen reducir ni el consumo ni el tráfico. De hecho, en su opinión, el consumo de drogas es menor en los países donde se ha legalizado el cannabis. Para Faure, esto pone en tela de juicio la eficacia del enfoque prohibicionista que ha estado vigente durante décadas.

Necesidad de experimentación

Olivier Faure cree que la legalización del cannabis podría ayudar a reducir la delincuencia, sobre todo en las ciudades más afectadas, como Marsella. Pidió un periodo de prueba en algunos departamentos y ciudades para ver si este cambio de política puede desmantelar la llamada «economía de la droga» que opera en muchos barrios.

«No soy un experto en la materia», admitió Olivier Faure, «pero tenemos que movilizarnos sobre este tema». Aun reconociendo la complejidad de una legalización parcial, que sigue siendo posible pero complicada como ya hemos explicado, Olivier Faure afirmó que hay que hacer algo para combatir el sentimiento generalizado de inseguridad que engendra el tráfico de drogas.

El argumento central de Faure es que la legalización del cannabis podría ayudar a desmantelar las complejas redes de tráfico de drogas que dominan ciertos barrios. Al legalizar y regular la venta de cannabis, se desbarataría el mercado ilegal, debilitando el poder financiero de los traficantes y reduciendo la violencia asociada al comercio.

Además, argumentó que legalizar las drogas permitiría al gobierno reorientar sus recursos. En lugar de centrarse únicamente en los traficantes callejeros, Olivier Faure sugirió que se dedicaran más esfuerzos a localizar las redes más grandes. Pidió un aumento de los recursos de la policía judicial, que actualmente carece de las herramientas necesarias para desmantelar completamente estas organizaciones criminales.

La ciudad de Bègles ya ha manifestado su intención de experimentar con la legalización, con un proyecto presentado recientemente, y Estrasburgo también lo está considerando. Varios alcaldes franceses también han barajado la idea, incluso con los republicanos.

Informes a favor de la legalización

Un estudio realizado por Terra Nova en 2014 estimó que la despenalización del cannabis podría ahorrar al Gobierno francés unos 300 millones de euros en costes de aplicación de la ley. Además, en caso de legalización, los ingresos fiscales procedentes de las ventas legales podrían generar entre 1.700 y 2.200 millones de euros al año. El Conseil d’analyse économique fue aún más lejos en 2019, prediciendo que el Estado podría recaudar hasta 2.800 millones de euros al año.

Estas ganancias financieras podrían dar un impulso muy necesario a los servicios públicos y ayudar a compensar el coste de regular un mercado legal de cannabis. Olivier Faure destacó estos beneficios potenciales, afirmando que los fondos podrían reinvertirse en programas de prevención de la delincuencia y rehabilitación para los afectados por la drogadicción.

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