A finales de la semana pasada, se presentó en el Congreso Nacional un proyecto de ley para despenalizar el consumo y el cultivo de cannabis.
El proyecto de ley es el resultado de la Primera Conferencia Internacional sobre el Cannabis celebrada el 26 de julio en Asunción en el Congreso Nacional. La conferencia fue convocada por la Presidencia del Parlamento y en ella participaron parlamentarios y expertos en cáñamo industrial y cannabis.
El proyecto de ley, presentado por el Frente Guasú, el frente de izquierda, y representantes de la sociedad civil involucrados en el tema del cannabis, se titula «Por el cual se regula exhaustivamente el autocultivo, producción, industrialización, comercialización, uso e investigación de la planta de Cannabis y sus derivados y se declara de interés nacional».
Un dirigente de Granja Madre, Juan Cabezudo, explicó que «el senador Óscar Salomón, presidente del Congreso, ha convocado una conferencia internacional para debatir las oportunidades médicas y comerciales que genera el uso del cannabis en todas sus formas.»
Agregó que «se contó con la participación de instituciones nacionales competentes, así como de organizaciones de la sociedad civil como Mamá Cultiva, la Cooperativa Cannábica Paraguaya, la Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial y Granja Madre.»
El Paraguay ya ha legalizado la producción de cannabis medicinal y abastece a varios países. Sin embargo, el acceso al cannabis medicinal sigue siendo complicado para los pacientes y el autocultivo sigue estando prohibido.
Depenalización del cannabis
El eje del proyecto de ley que se tramita en el Congreso, informado por ABC, es despenalizar el consumo y el cultivo de cannabis.
Los puntos clave del proyecto de ley incluyen:
1. despenalizar la planta de Cannabis, sus derivados, sus usos y sus usuarios, dentro de un enfoque basado en los derechos humanos garantizados por la constitución nacional, estableciendo sanciones administrativas excepto para los delitos conexos.
2. Declarar la zona de interés nacional, destacando la salud de los enfermos y los derechos económicos de la agricultura familiar, así como el potencial industrial y fiscal que puede representar para el país.
3. Crea el Instituto Nacional del Cannabis (Incanna) como organismo público estatal con participación de la sociedad civil, con amplias facultades para lograr los objetivos de la ley.
4. Permite el autocultivo por parte de particulares y la creación de asociaciones de cultivo para el uso adulto y medicinal de la planta y sus derivados, así como su posesión limitada.
5. El proyecto de ley que se estudia establece directrices para la prevención del consumo de cannabis por parte de los menores, así como restricciones expresas a la producción y el consumo en espacios públicos.
Se tomó como base el modelo uruguayo, «pero con la realidad social y económica del país», dijo Juan Cabezudo, dirigente de la asociación Ganja Madre.