Tiene 72 años, es abuela de cuatro hijos y toma una gominola de cannabis en dosis bajas todas las noches antes de acostarse. Para ella, no se trata de buscar un efecto eufórico, sino simplemente de dormir bien por fin.
Historias como la suya ya no son raras. En todo Estados Unidos, y Europa no es una excepción, las personas mayores están adoptando el cannabis a niveles récord.
Aumento récord del consumo de cannabis entre las personas mayores
Un nuevo estudio publicado en junio en JAMA Internal Medicine revela que el 7% de los estadounidenses de 65 años o más consumieron cannabis en el último mes en 2023. Dos años antes, la cifra era de solo el 4,8%. En 2006, menos del 1% de las personas mayores declararon haber consumido cannabis en el último año.
«Es la primera vez que hemos podido analizar el consumo «actual» de cannabis en este grupo de edad», explica el Dr. Benjamin Han, de la Universidad de California en San Diego. «Actualmente, descubrimos que el 7% de ellos lo ha consumido sólo en el último mes»
El estudio, realizado por investigadores del Centro de Investigación sobre Consumo de Drogas y VIH/VHC (CDUHR) de la Escuela de Salud Pública Global de la NYU, no sólo muestra un aumento en las cifras. Pone de relieve un profundo cambio en el perfil de los consumidores de cannabis: las personas mayores con mayores niveles de educación e ingresos, e incluso las mujeres mayores, son los principales impulsores de este crecimiento.
Por qué cada vez más personas mayores prueban el cannabis
Durante décadas, el cannabis se asoció con la cultura juvenil y los movimientos contraculturales. Pero hoy en día, los estadounidenses mayores están encontrando razones prácticas y centradas en la salud para consumirlo.
«El cannabis se está normalizando en contextos que distan mucho del arquetipo de ‘fumador de hierba'», escribe la periodista Petra June en Beyond Stereotypes: How Cannabis Is Transforming Life After 50. En lugar de los porros, muchas personas mayores prefieren productos comestibles, tinturas o tópicos, que permiten una dosificación controlada y un consumo discreto.
Sus motivaciones a menudo se reducen a problemas de salud cotidianos:
- Alivio del dolor crónico: millones de personas mayores sufren artritis, dolor de espalda o lesiones nerviosas. El cannabis se ve cada vez más como una alternativa a los opioides, que pueden ser adictivos y presentar riesgos
- Mejor sueño: casi la mitad de los adultos mayores de 60 años afirman padecer insomnio o noches inquietas. Los productos ricos en cannabinoides, sobre todo los que combinan THC y CBD, ayudan a las personas mayores a conciliar el sueño más rápido y a despertarse menos atontadas
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- Reducción de la ansiedad y el estrés: la transición a la jubilación, los problemas de salud o las preocupaciones económicas pueden pasar factura. El cannabis se convierte en una herramienta de relajación, sin necesidad de alcohol o sedantes
- Recuperarse del cáncer: el cannabis se utiliza desde hace tiempo para tratar las náuseas y la pérdida de apetito inducidas por la quimioterapia. Cada vez son más los pacientes y sobrevivientes que recurren a él para mejorar su calidad de vida.
- Cannabis
Del estigma al autocuidado
La imagen cultural de los consumidores de cannabis está cambiando. Las personas mayores representan ahora a profesionales, veteranos, cuidadores y abuelos que incorporan deliberadamente el cannabis a su vida cotidiana.
Una encuesta realizada en 2024 por la National Poll on Healthy Aging, con el apoyo de AARP, descubrió que las personas mayores consumen cannabis para relajarse (81%), dormir (68%), mejorar el estado de ánimo (64%), aliviar el dolor (63%) y apoyar la salud mental (53%).
El estereotipo del «fumeta» ha dado paso a la realidad de una abuela que usa loción de CBD para sus rodillas, un veterano que prefiere el cannabis a los opioides o un jubilado que toma una gominola antes de acostarse.
Riesgos para la salud: lo que los médicos quieren que sepan las personas mayores
No todo el mundo se alegra. Los expertos en tercera edad creen que existen riesgos potenciales asociados al consumo de cannabis en personas mayores, sobre todo cuando se combina con problemas de salud relacionados con la edad.
«Como geriatra, cada vez veo más gente interesada en consumir cannabis para tratar síntomas crónicos de salud», dijo la doctora Han, coautora del estudio. «Pero el cannabis puede complicar el tratamiento de las enfermedades crónicas y ser potencialmente perjudicial si los pacientes no están informados sobre su uso y sus posibles riesgos.»
Las preocupaciones incluyen:
- Interacciones medicamentosas con anticoagulantes, opiáceos o ansiolíticos
- Interacciones medicamentosas
- con el cannabis
- Cambios en el equilibrio y la coordinación, que aumentan el riesgo de caídas
- Problemas de memoria y concentración que pueden empeorar el deterioro cognitivo relacionado con la edad
- Efectos cardiovasculares, como fluctuaciones del ritmo cardíaco o de la presión arterial
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«El consumo de cannabis ha experimentado cambios significativos en función de factores demográficos y socioeconómicos», añade Joseph Palamar, de la NYU Grossman School of Medicine, «pero no es algo que deba tomarse a la ligera.»
La encuesta de la AARP descubrió que el 56% de los adultos mayores que consumen cannabis mensualmente lo han comentado con un profesional sanitario, y casi la mitad han iniciado ellos mismos la conversación.
Este cambio en el diálogo es crucial. Durante décadas, el estigma llevó a muchos pacientes a guardar silencio sobre su consumo. Hoy en día, con el cannabis legal para uso médico en unos 40 estados de EE.UU., ya forma parte de la atención geriátrica rutinaria.
Una industria atenta
Para las empresas de cannabis, los ancianos representan un mercado valioso y en crecimiento. Los consumidores de edad avanzada suelen tener :
- renta disponible más elevada
- una fidelidad a la marca una vez que han encontrado los productos que les convienen
- gastar en todas las categorías: flores en menor medida, comestibles, aceites y tópicos.
- Gastar en todas las categorías: flores en menor medida, comestibles, aceites y tópicos
En respuesta, algunos dispensarios se están replanteando la experiencia de compra ofreciendo consultas adaptadas a personas mayores, talleres educativos y personal formado para ayudar a los recién llegados.
En última instancia, el aumento del consumo de cannabis entre los adultos mayores refleja algo más grande: una nueva visión del envejecimiento en Estados Unidos.
No se trata sólo de vivir más, sino de vivir mejor, en tus propios términos. El cannabis se une al ejercicio, la nutrición y la atención plena como parte de un enfoque holístico del bienestar y la resiliencia.