En junio de 2022, Tailandia hizo historia al convertirse en el primer país asiático en despenalizar el cannabis, allanando el camino a más de 6.000 tiendas de cannabis en todo el país.
Sin embargo, esta fiebre por el oro verde se ha topado con un obstáculo inesperado: la oposición se ha intensificado bajo el mandato del nuevo primer ministro, Srettha Thavisin, que busca un delicado equilibrio entre las oportunidades económicas y las preocupaciones por la salud pública.
El auge de la industria tailandesa del cannabis
La incursión de Tailandia en la liberalización del cannabis comenzó en 2018, cuando se convirtió en la primera nación del sudeste asiático en legalizar el cannabis con fines médicos. Los años siguientes vieron varias enmiendas autorizando la producción y venta de cannabis medicinal para empresas pero también para particulares. La nueva tolerancia de Tailandia hacia el cannabis contrasta fuertemente con la de países vecinos como Singapur y Malasia, que mantienen estrictas medidas punitivas para los delitos relacionados con el cannabis.
La despenalización del cannabis en junio de 2022, con una normativa muy amplia, ha dado lugar a la proliferación de miles de tiendas de cannabis en todo el país. Surgió un vacío normativo que creó dificultades para supervisar una industria que creció más rápido de lo que el gobierno podía regularla.
En Bangkok, los dispensarios están diseminados por las calles, y los centros comerciales albergan hasta 20 negocios de cannabis. Esto ha llevado al recién elegido gobierno, dirigido por el primer ministro Thavisin, a querer regular la industria y el consumo de cannabis.
Desafíos normativos y problemas de salud pública
El inesperado crecimiento de la industria del cannabis ha obligado al gobierno a reevaluar sus políticas. El ministro de Sanidad, Cholnan Srikaew, subrayó que, a pesar de los beneficios económicos, las consideraciones sanitarias tendrían prioridad. El fracaso a la hora de aprobar una nueva versión del proyecto de ley sobre el cannabis en Tailandia antes de las elecciones de mayo puso de manifiesto la preocupación por los riesgos de abuso y adicción. Thavisin se ha comprometido a «rectificar» la legislación tailandesa sobre el cannabis, restringiendo su uso a fines médicos en los seis meses siguientes a su toma de posesión.
El Primer Ministro Thavisin reconoció la necesidad de reescribir por completo las leyes sobre el cannabis. Dijo que había que «rectificar» la normativa para garantizar que el cannabis se regule exclusivamente para uso médico. Preguntado por la posibilidad de un compromiso para el uso recreativo, Thavisin respondió firmemente con un «no», citando los problemas generalizados asociados al consumo de cannabis en los últimos tiempos.
El Gobierno, encabezado por el ministro de Sanidad, Cholnan Srikaew, tiene la intención de reforzar el control sobre la industria tailandesa del cannabis. Se espera que en diciembre se someta a la aprobación del Consejo de Ministros un nuevo proyecto de ley sobre el cannabis. Se espera que el proyecto revisado rellene lagunas y vacíos legales, defina los usos permitidos del cannabis e introduzca nuevos protocolos de cultivo y sanciones penales para los delitos. Queda por ver qué se incluirá en el uso «medicinal» para que el sector pueda desarrollarse y acoger a los numerosos turistas que buscan cannabis legal en esta parte del mundo.