A medida que el cannabis se legaliza y se acepta más ampliamente, y a medida que comprendemos que es posible ser tolerante y tener abstinencia física o psicológica de muchas sustancias sin ser necesariamente dependiente de ellas (como los opiáceos, las benzodiacepinas y algunos antidepresivos), esta definición parece obsoleta y excesivamente inclusiva.
Por ejemplo, si se sustituyera la palabra «café» por «cannabis», una gran parte del 70% de los franceses que beben café a diario sufriría un «trastorno por consumo de cafeína».
Una definición más sencilla y familiar de la dependencia del cannabis podría ser más útil para evaluar el consumo excesivo de cannabis: el uso persistente a pesar de las consecuencias negativas.
Si su consumo de cannabis está perjudicando su salud, perturbando sus relaciones o interfiriendo en su rendimiento laboral, probablemente sea el momento de abandonar o reducir significativamente su consumo y consultar a su médico. Como parte de este proceso, es posible que necesites apoyo o tratamiento si experimentas molestos síntomas de abstinencia, lo que puede hacer que dejar de consumir sea mucho más difícil.
- una disminución del apetito
- Cambios de humor
- Irritabilidad
- Dificultad para dormir, incluido el insomnio
- Dolores de cabeza
- Pérdida de concentración
- Antojos de cannabis
- Sudoración, incluyendo sudores fríos, especialmente por la noche
- Escalofríos
- Aumento de los sentimientos de depresión
- Problemas de estómago…
Estos síntomas pueden ir de leves a más graves, y varían de una persona a otra, aunque siempre serán más leves que con otras sustancias como la heroína. Estos síntomas no son necesariamente graves o peligrosos, pero pueden ser desagradables. Cuanto más tiempo hayas consumido cannabis, más probable será que experimentes síntomas de abstinencia.
Por qué el cannabis provoca síntomas de abstinencia
El uso regular acostumbra al cerebro y al cuerpo a un suministro constante de THC. Cuando se interrumpe esta ingesta, el cuerpo tarda un tiempo en acostumbrarse a no tenerla. Esto provoca incómodos síntomas de abstinencia físicos y psicológicos.
Una vez que el cerebro y el cuerpo se han adaptado a la ausencia de THC, los síntomas físicos de abstinencia cesan. Sin embargo, las personas pueden seguir experimentando antojos psicológicos de cannabis durante algún tiempo.
Por lo tanto, la abstinencia del cannabis puede durar un tiempo variable en función de la persona, su metabolismo y sus hábitos de consumo anteriores.
Cómo prevenir estos síntomas
Si estás preparado para dejar de fumar, no hay ningún problema en que hables con un médico o un especialista en adicciones. Puede que no necesites instrucciones específicas, pero siempre es una buena idea consultar a alguien sobre tu decisión. Como mínimo, esta persona puede ser una buena fuente de inspiración y responsabilidad.
Si solías fumar con regularidad y frecuencia, reducir gradual y lentamente tu consumo de cannabis puede ayudarte a acostumbrarte a una vida sin cannabis. Si sólo fumaba ocasionalmente, es posible que pueda dejar de fumar por completo sin necesidad de reducir la dosis.
Cuando esté listo para dejar de fumar, siga los siguientes pasos para aliviar el período inicial de abstinencia de 24 a 72 horas:
- Manténgase hidratado. Bebe mucha agua y evita las bebidas azucaradas y con cafeína, como los refrescos
- Come alimentos saludables. Llénate de frutas y verduras frescas y proteínas magras. Evita la comida basura, que puede hacer que te sientas aletargado e irritable
- Ejercite todos los días. Haz al menos 30 minutos de ejercicio al día. Esto da un impulso natural al estado de ánimo y puede ayudar a eliminar las toxinas mediante el sudor
- Buscar apoyo. Rodéate de amigos, familiares y otras personas que puedan ayudarte a superar cualquier síntoma de abstinencia que puedas experimentar
¿Cuáles son los beneficios de dejar el cannabis?
Si has decidido dejar de consumir cannabis, ya sea para reducir tu tolerancia o porque estaba interfiriendo demasiado en tu vida diaria, la abstinencia de cannabis debería cumplir su propósito original. Sin embargo, dejar de consumir cannabis también puede tener efectos beneficiosos para el organismo.
Mejor respiración
El humo de cualquier tipo es perjudicial para los pulmones. El consumo frecuente de cannabis se asocia con síntomas de tos o bronquitis matutina en adultos jóvenes. La buena noticia es que los pulmones pueden empezar a curarse tan pronto como uno o tres días después de dejar el cannabis (y pueden seguir curándose durante varios años). Sin embargo, puedes sufrir daños pulmonares irreparables, dependiendo de cuánto y durante cuánto tiempo consumas cannabis.
Mejor memoria
Tu cerebro tardará un poco más en repararse una vez que dejes el cannabis, aunque el proceso comienza inmediatamente. Tras cuatro semanas de abstinencia, los receptores cerebrales que regulan los procesos neurológicos -como el placer, la motivación, la memoria, el aprendizaje, la función cognitiva y el control de la motricidad fina- comienzan a recuperar su funcionamiento normal.
Dormir mejor
El cannabis puede ayudar a conciliar el sueño, pero la calidad de ese sueño se resiente. Incluso después de dejar de consumir cannabis, es común que se experimenten problemas de sueño persistentes.
Hasta varios días o semanas después de dejar de consumir cannabis, algunas personas pueden experimentar insomnio, mientras que otras pueden tener pesadillas o sueños vívidos que alteran su sueño, pero estos problemas tienden a remitir entre 10 y 20 días después de dejar el cannabis.
Reducción de la ansiedad
Si el cannabis te hace sentir ansiedad, pánico o paranoia, no eres el único. Los cannabinoides, especialmente el THC, pueden sobreestimular la amígdala, la parte del cerebro que controla emociones como la ansiedad, el pánico, la paranoia y el miedo. Afortunadamente, puedes deshacerte de estas emociones negativas en unos pocos días o dos semanas después de dejar el cannabis.
A quién acudir si necesitas ayuda
Si necesitas ayuda para dejar de consumir cannabis, una de las cosas que puedes hacer es ponerte en contacto con tu CSAPA más cercano. Estos centros de atención, apoyo y prevención de adicciones, lugares dedicados a los problemas de adicción, podrán escucharte y apoyarte, sin juzgarte, en tu camino.