La cámara baja del parlamento holandés ha rechazado añadir Ámsterdam al experimento de cultivo y distribución de cannabis del país, lo que significa que el número de ciudades que participarán en el lanzamiento completo del proyecto piloto este verano seguirá siendo de 10.
El Parlamento también rechazó una moción presentada por el partido de extrema derecha PVV (Partido por la Libertad) para suspender todo el proyecto. El experimento ya ha comenzado en las ciudades de Breda y Tilburg, con una fase inicial de observación de 6 meses.
Reacciones diversas a la decisión del Parlamento
Femke Halsema, alcaldesa de Ámsterdam, expresó su preocupación por la exclusión de la capital del proyecto piloto de cultivo de cannabis. Criticó el debate parlamentario, diciendo que estaba «guiado por sentimientos inexactos». A pesar de este revés, los diez municipios que participan en el programa se sienten aliviados, ya que el experimento continuará para ellos.
Halsema subrayó la importancia del experimento para mantener la producción de cannabis alejada de las redes delictivas. Subrayó su papel en la mejora de la salud y la seguridad públicas. Halsema declaró: :«El experimento no facilitará a los jóvenes el acceso a las drogas. Simplemente significa que la producción y la distribución se apartarán de los delincuentes».
Apoyo de los municipios participantes
Municipios como Zaanstad, Nimega y Voorne aan Zee han expresado su apoyo al experimento. Zaanstad, por ejemplo, ve el ensayo como una oportunidad para combatir el cultivo ilegal de cannabis y la actividad delictiva asociada. El portavoz del alcalde, Jan Hamming, destacó los peligros que plantean las plantaciones ilegales de cannabis, subrayando la necesidad de una producción regulada.
En Nimega, el alcalde Hubert Bruls expresó su satisfacción por los preparativos en curso, subrayando la importancia de la continuidad tras años de anticipación. Del mismo modo, Voorne aan Zee ve el experimento como un paso hacia un mercado del cannabis totalmente legal.
No todas las partes interesadas comparten el mismo nivel de optimismo. A pesar del rechazo de una propuesta para detener el experimento, sigue habiendo preocupación, sobre todo entre los participantes actuales, como la cafetería De Baron de Breda. Su propietario, Rick Brand, declaró a the NL Times sus recelos sobre el futuro del experimento, especialmente ante posibles cambios en el Gobierno. Las preocupaciones de Rick Brand reflejan preocupaciones más amplias dentro de la industria holandesa del cannabis sobre la estabilidad regulatoria y la viabilidad a largo plazo.
El experimento: un hito en la política holandesa sobre cannabis
El experimento en el cultivo de cannabis marca una importante ruptura con la tradicional política antidroga holandesa. Durante décadas, los conocidos coffee shops del país han operado en una zona gris legal, obteniendo cannabis de fuentes ilícitas. El experimento del cannabis legal pretende remediar esta incoherencia legalizando el cultivo y la distribución de cannabis, con el objetivo de mejorar la salud pública y reducir la implicación delictiva en el sector.
Con la fase inicial ya en marcha en Breda y Tilburg, el experimento está llamado a remodelar el panorama holandés del cannabis. Con el paso a la producción y distribución legales, el Gobierno pretende establecer un mercado regulado que dé prioridad a la seguridad y la calidad.