En una reciente entrevista con France Inter, Arnaud Robinet, alcalde de Reims, subrayó la urgente necesidad de alejarse del arraigado discurso ideológico de derecha-izquierda en torno a la legalización del cannabis en Francia. El llamamiento de Robinet se produce en un contexto de preocupante escalada de la violencia en torno al tráfico de drogas, evidente cada vez en más ciudades francesas.
Ir más allá de las políticas represivas
Arnaud Robinet, que ya ha abogado en varias ocasiones por la legalización del cannabis junto a otros alcaldes republicanos, dibuja un panorama desolador de la situación actual, destacando la intensificación de la competencia entre traficantes de drogas, que ha provocado un recrudecimiento de las bandas armadas y de las tragedias que de ello se derivan. Incidentes recientes, como el tiroteo del barrio de Blosne, en Rennes, ponen de manifiesto la gravedad de la situación. Asaltantes encapuchados y armados con kalashnikovs abrieron fuego, lo que provocó la intervención de la policía.
Robinet recomienda abandonar el enfoque punitivo que prevalece en la lucha contra la droga, reconociendo que no produce resultados positivos para la población en general.
«No me importa que sigamos con la política más represiva de Europa, pero ahora estamos viendo sus límites y no está produciendo soluciones ni resultados positivos para la población y para nuestros conciudadanos», declaró Arnaud Robinet.
Aunque no se opone a medidas estrictas, insistió en la necesidad de una estrategia más global y más eficaz. En lugar de basarse únicamente en la represión, Robinet aboga por un enfoque polifacético que aborde las causas profundas al tiempo que garantiza la rendición de cuentas dentro del sistema judicial.
El papel central del sistema judicial en la lucha contra la delincuencia relacionada con las drogas es el núcleo de la propuesta de Robinet. Destaca la importancia de imponer penas ejemplares a los traficantes, marcando una postura firme contra la impunidad. Además, Robinet aboga por un esfuerzo coordinado del gobierno para abordar tanto el tráfico de drogas como los problemas sociales, reconociendo la naturaleza interdependiente de estos retos.
La petición de Robinet de un diálogo matizado subraya la necesidad de una elaboración de políticas basada en pruebas e informada por especialistas en la materia. Al superar las divisiones ideológicas, las partes interesadas pueden fomentar un enfoque más pragmático de la compleja cuestión de la legalización del cannabis. Además, Robinet subraya la necesidad de ofrecer soluciones que respondan a las preocupaciones de los ciudadanos y que refuercen su confianza en los gobiernos y la policía.