Con la legalización del cannabis para adultos probablemente sometida a votación en Florida este noviembre, los legisladores del Subcomité de Regulación Sanitaria de la Cámara de Representantes del Estado de Florida han aprobado una versión modificada de una medida que limitaría el THC en los productos de cannabis recreativo.
Antes de seguir adelante con el proyecto de ley HB 1269, el grupo aprobó primero una enmienda de su patrocinador, el congresista republicano Ralph Massullo, que aumentaba significativamente el límite máximo de THC propuesto para la flor de cannabis hasta el 30%, frente al 10% del proyecto de ley presentado originalmente.
Además de la restricción de la flor, la medida de Massullo también impondría un límite del 60% de THC a todos los demás productos del cannabis y establecería una ración de 10 miligramos de THC para comestibles, con un máximo de 200mg por paquete.
Aunque el subcomité ha sacado adelante el proyecto de ley, algunos miembros han expresado su preocupación por la propuesta.
¿Por qué limitar los niveles de THC?
Los topes de THC propuestos por los legisladores pretenden abordar las preocupaciones sobre la potencia de los productos de cannabis disponibles para uso no médico. A medida que más y más Estados han legalizado el cannabis en los Estados Unidoss y los productos con altas concentraciones de THC se vuelven más ampliamente disponibles, algunos están preocupados por los aparentes vínculos entre estos productos y los problemas de salud mental, en particular para los cerebros en desarrollo.
Los partidarios de estas medidas, entre ellos el representante Ralph Massullo y la presidenta del Comité, Colleen Burton, subrayan la importancia de establecer normativas como medida preventiva. Argumentan que el establecimiento de límites de THC puede fomentar la seguridad y mitigar los riesgos potenciales asociados a los productos con alto contenido de cannabis.
Sin embargo, los límites propuestos se han encontrado con la fuerte oposición de las empresas de cannabis medicinal que ya operan en Florida, como Trulieve, y de los defensores del cannabis.
Los críticos afirman que los topes de THC podrían llevar involuntariamente a los consumidores al mercado ilícito, donde los productos carecen de suficiente control de calidad y plantean mayores riesgos.
Además, se han expresado dudas sobre la viabilidad y eficacia de aplicar topes de THC, especialmente en un mercado en el que existe una demanda de productos con un alto contenido de THC. Los críticos cuestionan la idoneidad de unos umbrales de potencia específicos y subrayan la necesidad de políticas basadas en pruebas.
El debate también se centra en el impacto potencial sobre la elección del consumidor y la dinámica del mercado. Algunos legisladores, como la representante Kelly Skidmore, expresan sus reservas sobre la creación de normativas divergentes para el cannabis medicinal y el recreativo. Señalan los retos de gestionar mercados paralelos y garantizar un acceso justo a los productos del cannabis.
Queda por ver si los topes de THC resultan ser una estrategia eficaz de reducción de daños o un obstáculo para la legalización del cannabis en Florida.
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