Detenido un líder radical italiano por abrir una tienda de CBD

La desobediencia civil como medio de acción. El secretario nacional de los Radicali Italiani, Filippo Blengino, fue detenido en Roma tras abrir deliberadamente una tienda CBD en la sede nacional de su partido.

Su objetivo: desafiar el controvertido decreto del gobierno de Meloni que equipara el cannabis light con el cannabis ilícito, prohibiendo así su producción y venta.

Filippo Blengino, un joven de 24 años de Cuneo conocido por su estilo político poco convencional, quería que su arresto sirviera de palanca legal. De hecho, se denunció a sí mismo llamando a la comisaría local.

«Ser detenido es un resultado muy importante», declaró a La Stampa. «Ahora habrá un juicio en el que intentaremos plantear la cuestión de la ilegitimidad ante el Tribunal Constitucional»

Sus acciones forman parte de la larga tradición de los radicales italianos, un partido famoso por su uso de la protesta no violenta para traspasar los límites legales. Desde las huelgas de hambre de Marco Pannella hasta la lucha de Marco Cappato por el derecho a la eutanasia, los radicales se han arriesgado a menudo a ser detenidos para desafiar leyes que consideran injustas.

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Un golpe al sector del cannabis legal en Italia

La detención de Blengino se produce tras el decreto de seguridad emitido recientemente por el gobierno de Giorgia Meloni, que ahora penaliza la producción y venta de productos de CBD. Anteriormente legal, el cannabis light se había convertido en un sector económico en auge, e Italia en uno de sus principales productores en Europa.

«Con el nuevo decreto de seguridad, el sector del cannabis light, que hasta hace unos días comercializaba una sustancia que, según la ciencia, no tiene efectos psicotrópicos, ha sido aniquilado», dijo en una declaración pública. «22.000 empleos esfumados, cientos de miles de euros pagados a la delincuencia, una nueva deriva ideológica y prohibicionista del Gobierno»

Provocando su propia detención, Blengino quiere obligar a la justicia a examinar la constitucionalidad de la prohibición del CBD. Su equipo jurídico pretende argumentar que la ley viola las libertades fundamentales y es incompatible con la evidencia científica.

El caso está ahora en manos de la justicia italiana, sin garantías en cuanto al calendario o el resultado. Pero para Blengino, el mensaje merece la pena.

«Hemos prometido desmantelar el decreto de seguridad artículo por artículo mediante la desobediencia civil. Esto es sólo el principio», declaró.

Las repercusiones del decreto del gobierno de Meloni siguen haciéndose sentir, con varios recursos judiciales en marcha y un apoyo público todavía alto a favor de la legalización del CBD. Mientras tanto, Blengino sigue desafiante, con su «tienda CBD» ahora cerrada por la policía, pero su campaña política gana en visibilidad.