Un estudio publicado en Frontiers in Oncology,p anunciado como el mayor metaanálisis jamás realizado sobre el tema,analizó datos de más de 10.000 estudios revisados por pares.
Revela lo que los investigadores describen como un «consenso científico abrumador» a favor de los beneficios terapéuticos del cannabis, especialmente en oncología.
Un análisis sólido basado en 10.641 estudios
El equipo de investigación, formado por cuatro personas en representación del Whole Health Oncology Institute, con sede en Hawái, y la Chopra Foundation, de Nueva York, realizó un metaanálisis de 10.641 estudios, diez veces más que la segunda mayor revisión jamás realizada sobre el tema.
¿Su conclusión? La investigación científica apoya firmemente el uso del cannabis medicinal para aliviar los síntomas relacionados con el cáncer e incluso insinúa su potencial como agente anticancerígeno.
«Esperábamos controversia. Lo que encontramos fue un consenso científico abrumador», dijo Ryan Castle, director de investigación del Whole Health Oncology Institute y autor principal del trabajo.
Una proporción de tres a uno a favor de la eficacia
Según el comunicado del Whole Health Oncology Institute, «por cada estudio que mostraba que el cannabis era ineficaz, otros tres demostraban su eficacia«.
Los autores llegan incluso a afirmar que el nivel de consenso científico en torno al cannabis rivaliza o supera al de los medicamentos aprobados por la FDA. Sus datos muestran que el apoyo al cannabis medicinal era 31,38 veces mayor que la oposición en la bibliografía existente.
Aunque el análisis examinó una amplia gama de datos relacionados con el cáncer, destacaron varios efectos terapéuticos clave:
- Inhibición de la proliferación de células cancerosas
- Reducción de las metástasis (propagación del cáncer)
- Inducción de la apoptosis (muerte natural de las células cancerosas)
- fuerte acción antiinflamatoria
Este último punto es especialmente importante, dado que la inflamación crónica está relacionada con más del 80% de las enfermedades más incapacitantes del mundo.
«El cannabis tiene un papel bien establecido en el tratamiento de los síntomas relacionados con el cáncer y puede tener propiedades anticancerígenas directas e indirectas», afirman los investigadores.
Consenso más allá del alivio del dolor
Desde hace tiempo se sabe que el cannabis alivia el dolor, las náuseas y la pérdida de apetito, efectos secundarios clásicos de la quimioterapia y otros tratamientos agresivos contra el cáncer.
Sin embargo, este nuevo metaanálisis va más allá. Aplicando técnicas de análisis de sentimientos, los investigadores pudieron medir el consenso entre miles de estudios basándose en el tono y el lenguaje utilizados por científicos que hablaban de cannabis y cáncer.
El estudio encontró «un consenso significativo a favor del uso del cannabis medicinal en las categorías de indicadores de salud, tratamientos del cáncer y dinámica del cáncer».
Según el artículo, «la correlación consistente entre el cannabis como complemento paliativo y potencial agente anticancerígeno redefine el consenso en torno al cannabis como intervención médica».
En resumen, el cannabis ya no se ve sólo como una forma de ayudar a los pacientes a sentirse mejor: cada vez hay más pruebas de que en realidad podría ayudar a combatir la propia enfermedad.
Implicaciones legales y una llamada a la reclasificación
Más allá de sus conclusiones médicas, el estudio también plantea implicaciones políticas urgentes. Los autores afirman que sus hallazgos podrían y deberían influir en el estado legal del cannabis, sobre todo en las jurisdicciones donde sigue siendo una sustancia de clase I.
«El fuerte consenso a favor del uso terapéutico del cannabis, especialmente en el contexto del cáncer, sugiere que existe una base científica sólida para reevaluar el estatus legal del cannabis», señala el estudio.
A pesar de estos convincentes resultados, los investigadores tuvieron cuidado de reconocer las limitaciones de su metodología, en particular el uso de análisis de sentimientos asistido por ordenador. Señalaron que estas herramientas a veces pueden malinterpretar el complejo lenguaje médico o no distinguir entre los resultados negativos de la propia enfermedad y las evaluaciones neutras o positivas de los tratamientos basados en el cannabis.
«Esto es particularmente relevante en la literatura médica, donde el sentimiento negativo en un contexto dado, como una descripción de la progresión de la enfermedad, no implica necesariamente una evaluación negativa de un tratamiento o intervención», escribieron los autores.
En consecuencia, instan a los futuros investigadores a validar los resultados del análisis de sentimientos utilizando métodos de revisión tradicionales y a interpretar los resultados «dentro del contexto más amplio de la literatura».
Los autores concluyen que su trabajo «sienta las bases para futuras investigaciones y decisiones políticas que podrían tener un impacto significativo en la salud pública y la atención al paciente«.
¿Un nuevo capítulo para el cannabis medicinal?
A la luz de este análisis, la otrora controvertida idea de que el cannabis tiene un lugar legítimo en el tratamiento del cáncer está ahora respaldada por un impresionante volumen de datos científicos.
El Whole Health Oncology Institute lo presenta como un momento decisivo: «Esta es una de las validaciones más claras y dramáticas del cannabis medicinal en el tratamiento del cáncer que la comunidad científica haya visto jamás.»