Alemania y la República Checa no son los únicos países europeos que están considerando la legalización del cannabis. Aunque más pequeño, Luxemburgo también trabaja en la regulación del consumo personal de cannabis desde un anuncio en 2018.
Sin embargo, el país busca cumplir con la legislación tanto europea como internacional, que según interpretaciones conservadoras, restringe el cultivo y/o consumo de cannabis para uso no médico.
Europa y la legalización del cannabis
Contactada por el medio luxemburgués Le Quotidien, la Comisión Europea les dice que la legislación europea «prohíbe el cultivo [no médico] de la planta de cannabis, pero no cubre el consumo personal de drogas».
Europa y la legalización del cannabis
«Por tanto, corresponde a los Estados miembros decidir cómo abordar el consumo personal de drogas, incluido el cannabis», dicen los servicios de la Comisión.
El Consejo de Estado luxemburgués llegó a la misma conclusión: «El proyecto de ley (…), al limitarse a autorizar el cultivo de una serie de plantas con el único fin del consumo personal, en condiciones estrictas (…), en oposición a una legalización extensiva, no es (…) contrario al derecho de la Unión Europea».
El Gobierno luxemburgués pretende así aprovechar esta posibilidad legal.
¿Cuáles son los riesgos de legalizar?
En su plan, Alemania también pretende recibir el no desacuerdo de Europa sobre su deseo de legalizar el cannabis. Aunque la intención parece honorable, los riesgos de un desacuerdo son inexistentes, tanto a nivel europeo como internacional.
Malta se convierte así en el primer país europeo en poner fin a la prohibición del cannabis, sin posibles sanciones, al igual que Uruguay y Canadá han legalizado el cannabis sin consecuencias jurídicas. La JIFE, el organismo internacional de control de estupefacientes, se limita a recordar periódicamente su postura favorable a la prohibición y critica a los países o Estados que han adoptado normativas legales sobre el cannabis.
Para una legalización completa del cannabis, y no sólo para uso personal, Luxemburgo ya prevé poner en marcha un experimento de legalización con fines científicos, un dispositivo autorizado por las Convenciones internacionales y ya implementado en Suiza con pruebas piloto de legalización en algunas ciudades.