El plan para legalizar el cannabis en Colombia ha sido aprobado oficialmente por la Cámara de Representantes y ahora debe ser remitido al Senado para superar los dos últimos obstáculos antes de ser enviado al Presidente.
Tras una reñida votación el mes pasado, los legisladores retomaron el proyecto el martes, aprobándolo en el sexto de los ocho debates requeridos por 98 votos a favor y 57 en contra. El proyecto debe pasar ahora a una comisión del Senado y luego ser aprobado por el Senado para su promulgación.
Colombia está «lista para dar un paso adelante hacia una nueva política de drogas que abandone el paradigma fracasado de la prohibición y abra paso a una política guiada por los lineamientos de la salud pública, la prevención del consumo y la garantía de los derechos de los ciudadanos», dijo el autor del proyecto, el diputado Juan Carlos Losada Vargas, del Partido Liberal.
«Estamos a punto de empezar a escribir una nueva historia en la lucha contra las drogas; en este momento es cuestión de voluntad política», dijo. «Cada voto es decisivo»
El año pasado, la Cámara de Representantes y el Senado aprobaron versiones diferentes de la legislación sobre la legalización, y ambos órganos decidieron hacer idénticos los proyectos de ley en diciembre. El Senado aprobó por abrumadora mayoría su versión del proyecto ese mes, tras recibir la aprobación inicial de la Cámara.
Al tratarse de una enmienda constitucional, la propuesta debe pasar dos veces por el proceso legislativo completo en cada cámara, en años naturales distintos, para poder ser promulgada.
El proyecto de legalización apoya «el derecho al libre desarrollo de la personalidad, permitiendo a los ciudadanos decidir sobre el consumo de cannabis dentro de un marco legal regulado». Y mitigaría «el trato arbitrario, discriminatorio o desigual de la población consumidora».
También pide campañas de educación pública y la promoción de servicios de tratamiento de drogodependencias.
En una audiencia pública en el Senado el año pasado, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, dijo que Colombia había sido víctima de una «guerra fallida concebida hace 50 años que, por culpa de un prohibicionismo absurdo, nos ha traído mucha sangre, conflictos armados, mafias y crímenes».
La Cámara de Representantes dio su aprobación inicial al proyecto de legalización el año pasado. El titular del Ministerio del Interior también se pronunció entonces a favor de la propuesta de reforma. La votación se produjo poco después de que una comisión del Congreso sacara adelante la medida y otro proyecto de legalización.
El presidente Gustavo Petro, progresista y firme defensor del fin de la criminalización de las drogas a nivel internacional desde su investidura en agosto, ha hablado de los posibles beneficios de la legalización del cannabis.
El año pasado, el presidente pronunció un discurso en una reunión de las Naciones Unidas (ONU) en el que instó a los países miembros a cambiar radicalmente su enfoque de la política de drogas y acabar con la prohibición.
Petro también planteó la posibilidad de legalizar el cannabis en Colombia para reducir la influencia del mercado ilícito. También dijo que este cambio de política debería ir seguido de la liberación de las personas actualmente encarceladas por posesión de cannabis.
Habló del potencial económico de una industria legal del cannabis, en la que pequeños pueblos de los Andes, Corinto y Miranda podrían beneficiarse del cultivo legal de cannabis, posiblemente sin requisitos de licencia.
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