¿Se está echando atrás el Gobierno checo en sus ambiciones? ¿O está intentando ser discreto sobre sus decisiones como antes?
Según varias fuentes locales, la República Checa sólo permitiría el cultivo de cannabis para uso personal después de todo, dando marcha atrás en el último despliegue de la legalización total con Clubes de Cannabis y venta al por menor.
La legislación propuesta, actualmente en discusión, permitiría a los individuos cultivar hasta tres plantas de cannabis en casa, para un máximo de 600 gramos de material seco de cannabis por hogar. La propuesta sería un compromiso entre los distintos partidos de la coalición.
Según Jana Michailidu, miembro del Consejo Gubernamental para la Coordinación de la Política de Adicciones y del Comité Republicano de los Piratas, «todos los partidos de la coalición quieren autorizar el autocultivo para los ciudadanos adultos».
En una entrevista concedida a iDNES.cz, Michailidu destacó las particularidades de la propuesta: «Hemos tabulado en 200 gramos por planta, lo que significa que en una vivienda una persona podría tener 600 gramos de materia seca de cannabis».
Opiniones divergentes sobre una legalización más amplia
A pesar del consenso sobre el autocultivo, la coalición sigue dividida sobre medidas de legalización más amplias, como la creación de clubes de cannabis. Estos clubes, que permitirían a sus miembros cultivar y compartir cannabis de forma colectiva, no han sido aceptados por todos los partidos.
Michailidu expresó su decepción, señalando que «los representantes del KDU-CSL son muy estrictos en su petición: sólo pueden imaginar el autocultivo».
La Asociación de Clubes de Cannabis ha abogado por la inclusión de los clubes de cannabis en la legislación, señalando que el autocultivo no es posible para todo el mundo. Afirma que «para muchas personas, el autocultivo sigue estando fuera de su alcance por diversas razones, por lo que es esencial que también se permitan los clubes de cannabis».
El actual debate sobre la política del cannabis forma parte de un compromiso gubernamental más amplio para regular las sustancias adictivas en función de su grado de nocividad. La declaración programática del Gobierno hace hincapié en un enfoque equilibrado de la prevención de riesgos y la reducción de daños, respaldado por una financiación adecuada de los programas y servicios de prevención. Este marco pretende combatir la adicción utilizando métodos científicamente probados, al tiempo que garantiza que la normativa sea proporcional a los riesgos asociados a las sustancias.
A finales de abril, el Gobierno aprobó un plan de lucha contra la adicción para finales de 2025, que incluye la introducción de un mercado de cannabis estrictamente regulado. El Consejo Económico Nacional también ha recomendado la introducción de un mercado regulado para promover el crecimiento económico y reducir la carga fiscal de las políticas represivas en materia de drogas. El análisis del Consejo sugiere que las leyes estrictas sobre drogas no son eficaces para reducir el consumo o los daños, lo que lleva a reevaluar las estrategias actuales.
Jindřich Vobořil, ex coordinador nacional de drogas, ha pedido un enfoque más matizado de las sanciones penales relacionadas con el cannabis. Según él, las leyes actuales no diferencian suficientemente entre los pequeños cultivadores y las grandes operaciones organizadas. Vobořil aboga por una gama más amplia de penas que permita dictar sentencias más apropiadas.
