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Los orígenes de las variedades Diesel: de una transacción en un oscuro aparcamiento a un icono mundial del cannabis

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Pocas variedades de cannabis han dejado una huella tan grande en la cultura mundial como Diesel. Conocida por su penetrante aroma a combustible, su subidón cerebral y sus niveles de THC que a menudo superan el 20%, la Diesel se ha convertido en uno de los nombres más reconocidos entre cultivadores y consumidores por igual. Pero, como muchas genéticas legendarias, sus orígenes están envueltos en anécdotas, encuentros fortuitos y experimentos de cría clandestinos.

Para entender de dónde viene Diesel, tenemos que remontarnos a principios de los 90 y a la historia de Chemdawg, la variedad de la que Diesel desciende directamente.

El nacimiento de Chemdawg

La historia de Diesel comienza enjunio de 1991, en el aparcamiento de un concierto de Grateful Dead en el anfiteatro Deer Creek, Indiana. Un joven criador conocido como Chemdog compró una bolsa de cannabis llamada Dog Bud por 500 dólares a dos cultivadores, Joebrand (alias Wonkanobe) y Pbud. Impresionado por su calidad, se mantuvo en contacto con ellos y posteriormente recibió dos bolsas más enviadas a la Costa Este.

Dentro de una de estas bolsas, Chemdog descubrió 13 semillas, una feliz coincidencia, ya que Pbud y Joebrand habían estado comprando Dog Bud durante más de un año sin encontrar nunca ninguna semilla. En 1991, Chemdog germinó cuatro: tres hembras y un macho, que fue descartado. Las tres hembras se convirtieron en la base de la línea :

  • ’91 Chemdawg, el corte original
  • La hermana de Chem
  • Chemdawg «b»

Años más tarde, en 2001, Chemdog germinó más semillas originales, dando lugar a la creación de Chem D, uno de los fenotipos más conocidos.

De estas plantas surgieron muchos híbridos, incluyendo Giesel (Chem D x Massachusetts Super Skunk), Bubble Chem (Chemdawg’s Sister x Blueberry) y Super Snowdawg. La línea Chemdawg se convirtió rápidamente en el patio de recreo de los criadores clandestinos, sentando las bases para la llegada de Diesel.

De Chemdawg a Diesel

La transición de Chemdawg a Diesel tuvo lugar en Nueva York. En 1992, dos personajes centrales de la historia de Diesel, JJ y Weasel, se conocieron en Central Park. Poco después, Weasel obtuvo esquejes de Chemdawg y Massachusetts Super Skunk de 1991. Como no le gustaba el nombre de Chemdawg, la rebautizó como Diesel o New York City Diesel.

En 1995, apareció el primer híbrido estabilizado: el Original Diesel (también conocido como Underdawg, Diesel #1, Headband o Daywrecker Diesel). Es el resultado de un cruce entre la Chemdawg de 1991 y un híbrido Massachusetts Super Skunk x Sensi Seeds Northern Lights.

Esta nueva variedad tenía las notas picantes y a petróleo que llegarían a definir a la familia Diesel, así como potentes efectos cerebrales. Rápidamente se extendió por la escena cannábica underground de Nueva York, donde se ganó una reputación de culto.

La creación accidental de la Sour Diesel

No mucho después, una de las cepas Diesel más famosas apareció por accidente. Un cultivo de Chemdawg 91 fue polinizado sin querer, muy probablemente por DNL (Northern Lights x RFK Skunk/Hawaiian) o Massachusetts Super Skunk. El resultado fue Sour Diesel, también conocida como East Coast Sour Diesel (ECSD).

Esta nueva línea amplificaba el aroma a combustible al tiempo que introducía notas más brillantes y picantes. A finales de la década de 1990, la Sour Diesel se había convertido en una de las variedades más buscadas en Estados Unidos, sobre todo en la Costa Este.

Curiosamente, la New York Diesel no tiene conexión directa con la New York City Diesel de Soma Seeds, que ganó popularidad en Europa gracias a su toque de mandarina. A pesar de su nombre similar, la versión de Soma tiene un efecto más dulce y un perfil de sabor distinto en comparación con las Diesels americanas.

El vínculo con la OG Kush

Otra rama clave del árbol genealógico es OG Kush, cuya relación con la Chemdawg y la Diesel ha alimentado el debate durante décadas. Existen varias teorías:

  • Algunos dicen que la OG Kush es simplemente una línea hermana de la Sour Diesel
  • Otros dicen que proviene de un clon de Chemdawg autopolinizado en 1991 en Lake Tahoe en 1996
  • La versión más aceptada, atribuida a Kailua Kid de Sierra Seed Company, es que OG Kush es el resultado de cruzar un clon de Chemdawg con un híbrido de Lemon Thai x Old World Paki Kush en el norte de California

Esta última teoría también explica la presencia de «Kush» en el nombre, mientras que «OG» probablemente signifique «Ocean Grown».

De ahí surgieron variedades legendarias como Tahoe OG, SFV OG y Raskal’s OG, que alimentaron la escena de la Costa Oeste y se entremezclaron con la genética Diesel en innumerables híbridos.

Criadores, híbridos y distribución mundial

La línea Diesel no se limitó a la Costa Este. Criadores como JJ-NYC jugaron un papel clave en la preservación y expansión de esta genética. Su trabajo con semillas de Hindu Kush y Afghani llevó a la creación de Tres Dawg, piedra angular de híbridos modernos como Star Dawg y White Dawg.

Mientras tanto, criadores como Rez de Reservoir Seeds llevaron la línea aún más lejos al producir Sour Diesel IBL, la madre del famoso esqueje Riri, una selección realizada en Francia en 2006 que se ha convertido en legendaria entre los cultivadores europeos.

En la década de 2000, la Diesel ya no era solo un fenómeno neoyorquino, sino una referencia cannábica mundial, presente en coffee shops, bancos de semillas y dispensarios de todo el mundo.

Un legado duradero

Hoy en día, las variedades Diesel siguen estando en el corazón de la cultura cannábica moderna. Sus inconfundibles notas a diésel, tierra, pino y cítricos, combinadas con sus potentes efectos cerebrales, han inspirado innumerables híbridos. Desde la Original Diesel y la Sour Diesel hasta los descendientes de la OG Kush, esta familia ha dado forma a la cultura del cannabis durante más de tres décadas.

Pero más allá de su potencia y aroma, la Diesel encarna una historia de azar: un puñado de semillas descubiertas en un concierto de Grateful Dead, cultivadas por criadores clandestinos, que acabaron extendiéndose por todos los continentes.

Lo que empezó en aparcamientos y sótanos a principios de los 90 es ahora un capítulo central de la historia del cannabis, que demuestra que las leyendas pueden nacer de los rincones más oscuros.

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