A principios de este mes, el comisario checo de Drogas, Jindřich Vobořil, anunció su intención de presentar un proyecto de ley para un mercado de cannabis para adultos a finales de año, con la esperanza de que se pueda poner en marcha un mercado de pleno derecho en 2024.
La noticia no sólo ha colocado a la República Checa como uno de los mercados europeos más interesantes para el próximo año, sino que también ha centrado la atención en la región y las oportunidades potenciales para las empresas de cannabis.
Si Alemania y la República Checa cumplen sus ambiciones de lanzar mercados de cannabis para adultos en 2024, la vecina Polonia compartiría una frontera colectiva de 1.300 kilómetros con países con cannabis legal.
Aunque es poco probable que el grupo de trabajo para la legalización del cannabis del Parlamento polaco apruebe la legislación, Polonia ya tiene uno de los mayores mercados de cannabis medicinal de Europa y a principios de este año realizó cambios legislativos que se espera que «tengan un impacto significativo en el desarrollo» de su mercado de cannabis.
Cannabis en Polonia
El cannabis medicinal se legalizó en Polonia en 2017 como materia prima farmacéutica. En 2018, se aprobó la primera cepa, mientras que Sativex, un aceite farmacéutico de THC:CBD que se prescribe para el cáncer y la esclerosis múltiple, entre otras afecciones, se registró en el país en 2012.
Hasta 2017, el cannabis medicinal solo estaba disponible a través de una importación selectiva para un único paciente.
A pesar de estos cambios, las estrictas regulaciones y la falta de reembolso por el medicamento, ya que 10 gramos de cannabis medicinal cuestan entre 138 y 149 euros, han impedido que la industria florezca.
La prohibición inicial del cultivo nacional de cannabis medicinal hizo que Polonia dependiera totalmente de las importaciones, lo que provocó repetidas interrupciones en el suministro, dejando a los pacientes sin acceso durante meses.
A pesar de ello, el mercado ha seguido creciendo rápidamente. Los primeros datos precisos sobre la cantidad de cannabis medicinal importado a Polonia, publicados a principios de 2021, mostraron que las importaciones habían aumentado de 66 kg en 2019 a 167 kg en los siete meses hasta agosto de 2020.
En noviembre de 2021, tras varios meses de escasez, Polonia recibió el mayor cargamento de su historia, 140 kg de flor de Aurora Europe, que al parecer se consumió en solo dos semanas.
Según el último European Cannabis Report de Prohibition Partners, en los nueve primeros meses de 2021, los médicos polacos emitieron 28.076 recetas a 9.261 pacientes, lo que convierte a Polonia en uno de los mayores mercados de cannabis medicinal de Europa.
Es más, según un estudio publicado por el National Center for Biotechnology Information (NCBI), solo el 8 % de los médicos polacos ha recetado alguna vez cannabis medicinal, y el 60 % afirma que nunca ha recibido formación alguna en relación con los cannabinoides, aunque el 50 % de ellos afirma que algunos de sus pacientes podrían beneficiarse de la terapia con cannabinoides.
Las directrices en torno al cannabis medicinal en Polonia también son extremadamente vagas, con «ninguna directriz oficial creada por asociaciones médicas o agencias gubernamentales para guiar a los clínicos en la implementación de los cannabinoides en su práctica».
Además, no existe «una lista de indicaciones aprobadas, contraindicaciones o recomendaciones nacionales para definir la dosificación», lo que significa que no hay un límite superior a la cantidad de cannabis que se puede recetar para tratar una enfermedad.
Esto ha dado lugar a un próspero mercado negro, donde se mezclan usos médicos y recreativos.
Progresos recientes
En abril de 2021 se presentaron al Sejm, la cámara baja del Parlamento polaco, dos nuevos proyectos de ley destinados a crear un nuevo marco regulador para el cultivo doméstico de cáñamo y a liberalizar el cultivo y la fabricación de cannabis medicinal en Polonia. Estos dos proyectos de ley fueron rechazados a principios de 2022.
Sin embargo, también se presentó otro proyecto de ley, que finalmente fue aprobado por el Parlamento y el Presidente de Polonia y entró en vigor el 7 de mayo de 2022.
Este proyecto, que modifica la Ley de Lucha contra la Drogadicción, autoriza el cultivo y la cosecha de «cáñamo no fibroso destinado a la fabricación de materias primas farmacéuticas».
De hecho, permite el cultivo y la fabricación de cannabis medicinal, incluida la cosecha de la planta o la resina para la producción de materias primas farmacéuticas.
El fundador de la consultora polaca de estrategia y negocios cannábicos Cannabis Partners, Arek Kuich, dijo a BusinessCann que este avance era «extremadamente importante para los pacientes polacos».
«Estos cambios tendrán un impacto significativo en el desarrollo del mercado polaco del cannabis, y en particular en el mercado del cannabis medicinal, y por lo tanto pueden aumentar significativamente la capacidad operativa y el potencial de desarrollo, en particular en el ámbito de la distribución de cannabis farmacéutico.»
Polonia y el cáñamo
Mientras tanto, una segunda nueva ley ha visto aumentar el nivel de THC en la materia prima vegetal del 0,2% al 0,3%, antes de subir posiblemente al 1%.
Arek Kuich explica que, aunque el cultivo del cáñamo está permitido en Polonia desde hace tiempo, su uso se limitaba a las «industrias cosmética, alimentaria, textil y agrícola».
Ahora, la lista de usos para los que se puede cultivar se ha ampliado para incluir la recuperación y el saneamiento de tierras, las semillas, los alimentos, la atención veterinaria, la apicultura, los fertilizantes, la celulosa y el papel, el aislamiento, la producción de materiales compuestos, los materiales de construcción y los productos fitosanitarios naturales.
«Se permitirá a los agricultores cultivar cáñamo de fibra y amapolas para uso propio en una superficie inferior a una hectárea al año. También será posible cultivar amapolas con bajo contenido en morfina y cáñamo textil para uso propio.»
«Un límite de THC más alto, del 0,3%, permite la entrada en el mercado de variedades de plantas completamente nuevas. Esto significa cultivos mejor adaptados a las condiciones climáticas de las distintas partes de Polonia.»
«La nueva normativa facilitará a las empresas polacas la realización de actividades en el ámbito del cultivo y la compra de semillas de adormidera y cáñamo textil gracias, entre otras cosas, a un registro rápido, la supresión del requisito de obtener un permiso anual y la eliminación de las limitaciones de superficie, región y tiempo en el certificado expedido.»
Según el director general de Kombinat Konopny, Maciej Kowalski, esto debería permitir que los campos de cáñamo polacos vuelvan a crecer el año que viene tras dos años de declive que los han visto caer casi a la mitad desde 2020.
