Moldavia aprueba el cultivo de cáñamo para la producción de semillas y fibras

Moldavia ha decidido aprobar el cultivo de cáñamo para la producción de alimentos y fibra nos cuenta Hemp Today. Este cambio se ve como una oportunidad para modernizar la agricultura, impulsar la economía y promover la sostenibilidad.

Un camino más claro para el cáñamo industrial

El Gobierno moldavo ha modificado la normativa para permitir el cultivo de variedades de cáñamo incluidas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales de Moldavia, el Catálogo Común de Especies de Plantas Agrícolas de la UE y los Catálogos de los Estados miembros de la UE. Estos cambios simplifican el proceso de concesión de licencias bajo la supervisión de la agencia de seguridad alimentaria y el ministerio de agricultura del país, aportando claridad a agricultores y empresas.

El Primer Ministro, Dorin Recean, destacó el potencial económico de la iniciativa: «Estos materiales se utilizan en muchas industrias, incluida la del automóvil. Se trata de una muy buena oportunidad para el entorno empresarial de la República de Moldavia».

Las flores de cáñamo no podrán utilizarse por el momento. La producción de CBD y otros cannabinoides choca con las leyes sobre drogas de Moldavia y los estrictos requisitos del Comité Permanente de Control de Drogas. Las partes interesadas reclaman una mayor clarificación jurídica y la agilización de los procesos para liberar el potencial económico de estos productos de mayor valor añadido.

Fomento de la sostenibilidad y la economía circular

La decisión de Moldavia de aprobar el cultivo de cáñamo industrial forma parte de objetivos más amplios para avanzar en la economía circular. Según Sergiu Gherciu, Secretario General del Ministerio de Agricultura e Industria Alimentaria, «a través de la producción y transformación del cáñamo industrial, Moldavia puede desarrollar una economía circular, que reducirá los residuos y permitirá utilizar cada parte de la planta, ya sea como fibra, combustible o material de construcción».

El Ministerio promete múltiples beneficios, como la reducción de residuos, el aumento de los ingresos de los agricultores, la creación de empleo y ventajas medioambientales. Con su clima moderado y sus fértiles tierras de cultivo, Moldavia está bien situada para convertirse en un actor clave de la industria del cáñamo.

La agricultura es vital para la economía de Moldavia, ya que contribuye en torno al 12% al PIB y emplea al 27% de la mano de obra. Añadir cáñamo industrial a esta cartera podría mejorar los ingresos de los agricultores y diversificar el sector agrícola.

La historia del cáñamo en Moldavia se remonta a cuando formaba parte de Rumanía, una antigua potencia productora de cáñamo.