¿Qué marihuana elegir para cultivar cannabis?

Elegir el tamaño y el modelo de maceta adecuados es un aspecto importante de cualquier cultivo de cannabis, ya sea medicinal en un entorno controlado o para variedades de cáñamo. Comprar la maceta de cannabis del tamaño adecuado no siempre es fácil, ya que depende de la configuración del cultivo, así como de la finalidad del mismo.

Los resultados variarán, dependiendo de si cultivas una cepa en un modelo o tamaño de maceta específico o en otro…

Aquí, los expertos de Silent Seeds nos presentan diferentes configuraciones de cultivo de cannabis, que variarán el tamaño de las macetas para optimizar los resultados.

Cultivo de variedades de cannabis feminizadas

Para el cultivo de variedades de cannabis feminizadas en un espacio de 1m², tras un periodo de germinación realizado en Jiffy 7, es recomendable utilizar macetas de 3 o 4L para el crecimiento, fase que suele durar 3 semanas en una gran mayoría de variedades dependientes de la luz.

Para la fase de floración, las macetas de 7 L permitirán a tus plantas recuperar su vigor, ya que la cantidad de sustrato es casi el doble, lo que ofrece a tus plantas buenas perspectivas de desarrollo para este periodo. Puedes colocar un total de 8 a 10 plantas en tu armario de cultivo.

Para un espacio de cultivo más pequeño, por ejemplo 80x80x160 cm, se recomienda generalmente mantener macetas de 4 L, con el fin de limitar el tamaño de las plantas en altura. También se recomiendan las variedades con estiramiento limitado.

Cultivo de variedades de cannabis feminizadas en exterior

Para cultivar variedades de cannabis feminizadas en exterior, se recomiendan generalmente macetas de entre 20 y 30 L para obtener plantas con un desarrollo estructural bastante grande y garantizar un rendimiento importante digno de ese nombre.

Los permisos de autocultivo suelen exigir que la plantación no sea visible fuera de tu propiedad. En este caso, puedes reducir el tamaño de la maceta a entre 7 y 15L dependiendo del tamaño de tu espacio, para controlar mejor el crecimiento de tus plantas y mantenerte dentro de los límites legales.

Cultivo de variedades automáticas de cannabis en un armario de cultivo (1 m2)

En cuanto a el cultivo de variedades automáticas de cannabis en interior, en un armario de cultivo equivalente a una superficie de 1 m2, se recomienda utilizar macetas de entre 7 y 10 L, sabiendo que las plantas no se trasplantarán entre el crecimiento y la floración.

Estos tamaños de maceta son sin duda el mejor compromiso en cuanto a la relación entre cantidad de plantas y producción, ya que podrás colocar unas 8 o 9 plantas en buenas condiciones de interior.

Cultivo de variedades automáticas de cannabis en exterior

Para cultivar variedades de cannabis automáticas en exterior, es posible utilizar macetas más grandes, de entre 15 y 30 L, según tus ambiciones y posibilidades.

Algunos fenotipos de Moby Dick Auto, Critical+2.0 Auto o Critical Jack Auto, ¡pueden ofrecer resultados sorprendentes tanto en términos de calidad como de productividad!

Si el cultivo debe ser más discreto, unas macetas de 7-10L como máximo serán suficientes para limitar el crecimiento de tus plantas.

Conservación de plantas madre

En cuanto a la conservación de una o varias plantas madre, después de haber seleccionado un fenotipo de una variedad CBD destacada por ejemplo, se aconseja encarecidamente utilizar macetas redondas de un tamaño mínimo de 20 L y óptimo de 30 L. Es necesario elegir macetas redondas para que las raíces no se retuerzan con el tiempo.

El tamaño de la maceta debe ser importante, ya que el sustrato se renovará cada 6 meses aproximadamente. La capacidad de la maceta debe ser lo suficientemente grande para soportar un largo periodo.

También es importante respetar este criterio, para no favorecer la acumulación de abono o sales minerales en el sustrato, tener una buena capacidad de respiración y garantizar la longevidad de su preciosa colección genética a lo largo del tiempo.

La conservación o preservación de una colección de variedades valiosas requiere cuidados más meticulosos. El riego debe ser manual y riguroso para estas últimas. También es necesario limitar al máximo los distintos «estreses» que podrían perjudicar su estado general.