Sally Duval, candidata demócrata a la Cámara de Representantes de Texas, ha provocado un debate en todo el estado al utilizar cannabis en su último anuncio de campaña.
Leyes confusas sobre el cannabis y el cáñamo en Texas
El mensaje de Duval aborda un tema clave en Texas: el incoherente y a menudo confuso entorno normativo que rodea al cannabis.
Destaca la contradicción legal entre el cannabis y sus cannabinoides derivados del cáñamo, delta-8, delta-9 y THC-A. Mientras que estos productos, capaces de inducir un estado eufórico, están disponibles legalmente en todo el estado, el cannabis en sí sigue siendo ilegal para la mayoría de los tejanos.
Según Duval, esta discrepancia normativa crea confusión tanto para los consumidores como para las fuerzas del orden.
En su anuncio, Duval afirma: «Mientras que la marihuana sigue siendo ilegal para la mayoría de los tejanos, los productos de cáñamo que pueden colocarte -como el delta-8, el delta-9 y el THC-A- se venden en más de 7.000 minoristas de todo el estado.»
Explica que las fuerzas del orden tienen dificultades para distinguir entre estos productos, lo que da lugar a constantes detenciones por posesión de cannabis.
Además, señala al vicegobernador de Texas Dan Patrick como uno de los responsables del problema. Duval afirma que Patrick defiende tanto la regulación como la prohibición de los productos relacionados con el cannabis, una postura que califica de contradictoria. «No hace falta ser un genio para darse cuenta de que no se pueden hacer esas dos cosas a la vez», remarcó.
Seguridad y legalización: un acto de equilibrio
A pesar de la confusión en el panorama legal, Duval cree que la legalización puede coexistir con la seguridad pública.
«No tenemos que elegir entre seguridad y legalización», afirma, y cree que un mercado de cannabis bien regulado podría ofrecer ambas cosas.
Para ella, Texas tiene la oportunidad no sólo de simplificar su entorno normativo, sino también de mejorar la salud pública y generar beneficios económicos.
«Podemos y debemos tener ambas cosas, pero harán falta líderes que sepan lo suficiente y se preocupen por lo que es correcto».
La oponente de Duval, Isaac, no está de acuerdo con ella y lo califica de «auténtica vergüenza». La crítica de Isaac se basa en su creencia de que la legalización del cannabis ayudaría a los pequeños agricultores y beneficiaría a los pacientes con necesidades médicas complejas.
También menciona el potencial de los ingresos fiscales de la industria del cannabis para financiar servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad y los servicios de salud mental.
Beneficios económicos y sociales de la legalización
Los beneficios económicos de la legalización del cannabis son la piedra angular del programa de Duval. Sostiene que regular y gravar el producto podría suponer una importante contribución a la economía del estado. En su opinión, Texas debería seguir rápidamente este camino, inspirándose en los éxitos y dificultades de otros estados que ya han legalizado el cannabis.
La campaña de Duval esboza los principios clave de un marco regulador sólido, subrayando que el cannabis no debería estar sujeto a regulaciones más gravosas que otros productos sin razones científicas, médicas o de seguridad claras.
El objetivo es crear un régimen equilibrado que promueva la salud pública y las oportunidades económicas para el mayor número posible de tejanos. Además, insiste en que la normativa y los impuestos deben diseñarse para alcanzar objetivos concretos, sin imponer una carga indebida a los pacientes o a la propia industria del cannabis.
Su plataforma aboga por hacer que Texas sea competitivo a escala nacional tanto en investigación como en comercio. Una industria del cannabis bien regulada, según Duval, podría hacer de Texas un líder en ambas áreas, estimulando el crecimiento económico y la innovación.
Apoyo público generalizado a la reforma del cannabis
El anuncio de Duval coincide con un notable cambio en la opinión pública sobre el cannabis en Texas. Las encuestas muestran sistemáticamente un amplio apoyo bipartidista a la despenalización del cannabis. De hecho, más tejanos están a favor de suavizar las restricciones sobre el cannabis que sobre otros temas controvertidos como armas de fuego, juegos de azar y aborto.
Este sentimiento público se repite en varias ciudades de Texas, que se preparan para votar medidas locales de despenalización del cannabis este noviembre.
Lockhart es una de esas ciudades, donde los legisladores incluyeron recientemente la reforma del cannabis en la papeleta electoral tras una tensa negociación con los activistas locales. Los votantes de Dallas y Bastrop también tendrán la oportunidad de votar sobre la despenalización del cannabis este otoño.
Una tendencia hacia la audacia política
Duval no es el primer candidato político que utiliza el consumo de cannabis en un anuncio de campaña para defender la reforma.
En 2022, Gary Chambers, un demócrata que se presentaba al Senado de EE.UU. por Luisiana, saltó a los titulares con un anuncio en el que fumaba cannabis mientras llamaba la atención sobre los perjuicios sociales y legales de criminalizar el cannabis.
Del mismo modo, Anthony Clark, candidato en Illinois, utilizó un anuncio de campaña en 2020 para destacar su experiencia personal con el cannabis y la necesidad de una reforma federal.
El uso del cannabis en los mensajes de campaña se está convirtiendo en una audaz declaración de identidad política para candidatos como Duval, que impulsan el cambio en estados donde la prohibición del cannabis sigue siendo ley, al tiempo que destacan sus creencias personales y políticas.