¿El cannabis disminuye el cociente intelectual?

El modo en que el cannabis afecta a la capacidad cognitiva, y en particular su impacto en el coeficiente intelectual, se toma a menudo como un argumento a favor de los efectos secundarios perjudiciales del cannabis. Entre el campo del sí y el del no, ¿quién tiene razón?

Sí, el cannabis disminuye el coeficiente intelectual

La mayoría de los argumentos a favor de la disminución del CI se basan en un mismo estudio, elde Dunedin, de Madeline Meier. Siguió a 1037 personas nacidas entre 1972 y 1973 en Dunedin, Nueva Zelanda, desde su nacimiento hasta los 38 años, un panel que representa el 91% de la población nacida en esa época.

Este estudio, como todos los estudios, tiene limitaciones. Pero los autores los han expuesto con franqueza y han tratado de minimizar su influencia excluyendo muchos de los factores de confusión más comunes que podrían ofrecer explicaciones alternativas al descenso del CI, como :

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• Dependencia del tabaco
• Adicción a drogas duras (por ejemplo, heroína, cocaína, anfetaminas)
• Dependencia del alcohol
• Esquizofrenia

Los autores examinaron seis hipótesis:

• Cognición cotidiana: ¿El deterioro neuropsicológico inducido por el cannabis se traduce en problemas funcionales en la vida cotidiana? Los autores argumentan que este sería el caso
• Declive cognitivo: los consumidores persistentes de cannabis muestran un mayor declive del rendimiento desde la infancia hasta la edad adulta que los no consumidores
• Educación: Hay algunas pruebas que sugieren que la permanencia en la escuela puede aumentar la inteligencia. ¿Podrían los consumidores persistentes de cannabis experimentar un declive neuropsicológico simplemente porque han abandonado la escuela por otras oportunidades?
• Hipótesis de recuperación: Los antiguos consumidores persistentes que dejan o reducen su consumo de cannabis pueden recuperar su salud neuropsicológica
• Vulnerabilidad al desarrollo: el cannabis tiene mayores efectos tóxicos en el cerebro en desarrollo, por lo que los adolescentes son especialmente vulnerables a los efectos del consumo persistente de cannabis
• Especificidad: ¿Las deficiencias se limitan a dominios neuropsicológicos específicos o están presentes en cada uno de los cinco dominios anteriores? Los autores plantean la hipótesis de que las deficiencias no se limitan a dominios cognitivos específicos

¿Cuáles fueron las conclusiones?

Las conclusiones del estudio fueron las siguientes:

• el inicio temprano del consumo de cannabis se correlaciona con un menor CI en la edad adulta, y un consumo más persistente se asocia con un mayor declive del CI
• No se encontró ninguna disminución del CI en los individuos que esperaron hasta la edad adulta antes de consumir cannabis. Este hallazgo fue consistente no sólo para los consumidores ocasionales, sino también para los que padecen un trastorno de consumo.

¿Cuál es la diferencia entre consumidores y no consumidores?

Los participantes en el estudio se sometieron a pruebas de CI 5 veces, a los 18, 21, 26, 32 y 38 años.

Abstenciones: De los 1037 participantes en el estudio, 242 declararon no haber consumido nunca cannabis. Estos participantes experimentaron un ligero aumento del cociente intelectual de 99,84 a 100,64.

Consumidores ocasionales: 479 participantes declararon haber consumido alguna vez cannabis, pero nunca se les diagnosticó un trastorno de consumo. Este grupo experimentó un modesto descenso del CI de 102,32 a 101,25. Aproximadamente 1 punto.

Consumidores problemáticos: Entre los 38 participantes que cumplían los criterios de trastorno por consumo de cannabis en tres de las cinco evaluaciones de seguimiento, el descenso del CI fue mucho mayor, cayendo casi 6 puntos, de 99,68 a 93,93.

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Resulta especialmente interesante el hecho de que el coeficiente intelectual medio de los consumidores ocasionales era 2,5 puntos superior al del grupo de abstemios antes de la introducción del cannabis. A los 38 años, la diferencia de CI se ha reducido, pero el grupo de usuarios ocasionales sigue teniendo una ventaja de CI de 0,61 puntos. Entonces, ¿los abstemios son menos inteligentes que los consumidores ocasionales?

No, el cannabis no disminuye el cociente intelectual

Los primeros elementos van dirigidos a los críticos del estudio de Dunedin. A pesar de la calidad del estudio, varios académicos han cuestionado los factores que podrían explicar el descenso del CI.

La muestra de usuarios problemáticos es demasiado pequeña. Con sólo 38 personas que consumen mucho cannabis, el pequeño tamaño de la muestra limita la generalización de los resultados. Sin embargo, el estudio de Meier incluyó otros tres subgrupos de consumidores tempranos, todos los cuales experimentaron un descenso del CI acorde con la persistencia de su consumo.

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Los rasgos de personalidad explican el descenso del CI. El científico conductual británico Michael Daly ha sugerido que los rasgos de personalidad pueden explicar las asociaciones positivas no causales entre el consumo de cannabis y el funcionamiento cognitivo. Un gran apetito por la experiencia podría llevar a las personas a buscar actividades, incluida la experimentación con el cannabis, que promuevan el funcionamiento cognitivo. Daly analizó los datos de 6.401 personas que participaron en el estudio del Reino Unido. Su análisis post-hoc descubrió que el apetito de la experiencia influía positivamente en el consumo de cannabis y aumentaba el funcionamiento neuropsicológico.

Los factores socioeconómicos explican el descenso del CI, tal como propone el economista noruego Ole Rogeberg. La base de su argumento es que el consumo de cannabis es más frecuente en las clases menos privilegiadas. La transición a la escuela aumenta temporalmente el cociente intelectual, que luego vuelve a disminuir. Sin embargo, el marco social no predice muy bien el consumo de cannabis, ya que afecta a todas las clases sociales, sin distinción. El estudio de Meier no identificó ningún descenso del CI entre la adolescencia y la edad adulta en personas que procedían de entornos socioeconómicos desfavorecidos.

También existe un estudio británico sobre 2235 estudiantes que concluyó que «el consumo de cannabis a corto plazo en la adolescencia no parece provocar un descenso del coeficiente intelectual o un deterioro de la función cerebral, incluso cuando el consumo de cannabis alcanza el nivel de dependencia».

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Estudiar el CI en gemelos

Una buena forma de eliminar el mayor número posible de factores que puedan influir en los resultados es probablemente hacer pruebas con gemelos.

Un estudio titulado «Impacto del consumo de cannabis en la adolescencia sobre la inteligencia: resultados de dos estudios longitudinales de gemelos» comparó los cambios en el CI de hermanos gemelos que consumieron cannabis o se abstuvieron durante 10 años. Tras controlar los factores familiares que podrían influir en los resultados, los científicos no encontraron ninguna relación entre el consumo de cannabis y un menor coeficiente intelectual. En los grupos de gemelos en los que uno de ellos consumía cannabis y el otro no, se encontraron descensos comparables en el CI, lo que valida la hipótesis de que hay otros problemas familiares, como la genética o el entorno, que pueden explicar las puntuaciones más bajas del CI.

También hay limitaciones en el estudio, como la falta de detalles sobre la intensidad del uso o la diferencia en las preguntas utilizadas para registrar las puntuaciones entre las dos poblaciones del estudio (una en Los Ángeles y otra en Minnesota)

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¿Quién tiene razón?

Todo lo que se puede decir de estos estudios es que, en el caso de los adultos, el consumo de cannabis no parece tener un impacto en el CI. Sin embargo, el uso regular se asocia a efectos cognitivos adversos que parecen ser reversibles. En el caso de los adolescentes, el impacto del consumo de cannabis no parece estar aún determinado, aunque el cerebro es especialmente vulnerable durante el desarrollo.