El Consejo Económico Polinesio no quiere cáñamo para el bienestar

A finales de diciembre, Polinesia Francesa anunció su intención de autorizar el cannabidiol (CBD) y sus derivados, crear una industria local de cultivo de cáñamo y legalizar el cannabis terapéutico y su prescripción a pacientes.

El Consejo Regional Económico, Social y Medioambiental (Cesec), órgano consultivo de la fenua, es reacio a autorizar el cultivo de cáñamo y la comercialización de productos con CBD.

La cautela del Cesec

Cesec, aunque reconoce los beneficios potenciales del cannabis terapéutico, muestra su preocupación por el carácter prematuro del proyecto de ley. La institución apoya el uso de cannabis medicinal para patologías específicas, ya sea importado o producido localmente, pero insiste en un enfoque controlado.

Marguerite Lai, ponente del Cesec, insiste en la necesidad de un control riguroso: «No podemos dejar que pase cualquier cosa». El Consejo teme que el consumo de cannabis se generalice y destaca los riesgos potenciales para la salud pública, sobre todo teniendo en cuenta lainteracción del cannabidiol (CBD) con los medicamentos. La Cesec pide que se mejoren las disposiciones de control y etiquetado de los productos, ya sean importados o de producción local, para mitigar los riesgos.

La cautela de Cesec se explica también por la ausencia de decretos de aplicación que acompañen al proyecto de ley. Se trata de un problema recurrente en el proceso legislativo polinesio, en el que la ausencia de planes de aplicación detallados puede socavar la eficacia de la legislación propuesta. Cesec sigue estando a favor de la rápida legalización del cannabis medicinal, pero subraya la importancia de acompañar el uso de estos productos con una formación exhaustiva del personal médico.

El cannabis como medicina contra la fiebre del oro verde

Cesec establece una clara distinción entre el cannabis terapéutico, destinado a afecciones médicas específicas, y lo que denomina cannabis «para el bienestar». La institución apoya inicialmente la importación de medicamentos a base de cannabis y prevé una producción local controlada en el futuro. Sin embargo, tiene reservas sobre las disposiciones del proyecto de ley relativas al cannabis «para el bienestar» y su cultivo, argumentando que se necesitan controles más estrictos.

Cesec sugiere que se establezca un marco jurídico completo antes de fomentar la fiebre del oro verde, y destaca la dificultad de mantener el contenido de THC por debajo del 0,3% y la limitada capacidad de los análisis oficiales. El Sindicato del Cáñamo de Polinesia también aboga por elevar este umbral al 1% debido a las condiciones medioambientales locales que favorecen la producción de los principios activos del cáñamo.

El Sindicato expresó su decepción por el dictamen desfavorable del Cesec, citando la sentencia del Conseil d’Etat de 2022 que cuestionaba la prohibición absoluta de la flor de cáñamo limitada al 0,3% porque no se habían demostrado los riesgos para la salud.