El ejército italiano quiere producir 700 kilos de cannabis en 2023

Para 2023, los militares italianos pretenden producir «700 kilos de cannabis de alta calidad» para cubrir casi la mitad de los 1.500 kilos que se necesitan anualmente en el país.

«El siguiente paso es la autosuficiencia, esa es nuestra ambición», dijo a DefenseNews Nicola Latorre, que dirige la agencia italiana que supervisa la operación.

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Aunque el cannabis medicinal es legal en Italia, el país lo importa actualmente sobre todo de los Países Bajos, Canadá, Dinamarca o Alemania. En 2019, la canadiense Aurora se adjudicó el suministro de 400 kilos de cannabis medicinal.

El ejército italiano es la única fuente local de suministro gracias a un centro de producción instalado en las afueras de Florencia y que produce entre 30 y 200 kilos de cannabis medicinal desde 2017 dependiendo del año. En 2020, produjo 37 kilos, el 3% del cannabis medicinal suministrado a los pacientes italianos. En 2021, se situó en 102 kilos (el 8% del cannabis suministrado). En 2022, a 300 kilos según cifras que da a DefenseNews y no verificadas por una fuente independiente.

Para alcanzar su objetivo de unos 700 kilos en 2023, «los técnicos están perfeccionando la iluminación, el riego, la temperatura y la ventilación, y utilizan una mezcla de nutrientes secretos desarrollados internamente que se mezclan con el riego hidropónico.»

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«Se espera que la cámara estéril [de Florencia] produzca hasta 100 kg de cannabis cada año, destinados estrictamente a enfermos de cáncer, esclerosis múltiple y personas que sufren otras patologías que podrían aliviarse con el fármaco», informaba el ejército italiano en 2016.

El coronel Gabriele Picchioni, que supervisa la instalación de cannabis en Florencia para el ejército italiano, dijo a DefenseNews que el laboratorio «tiene como objetivo producir aceite de oliva con infusión de cannabis, que los usuarios pueden tomar en forma de gotas».

«Lo que podemos hacer en Florencia es fabricar un producto muy estandarizado para que la dosis sea invariable, al mismo precio que pagamos actualmente por las importaciones», afirma Picchioni.

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Las razones por las que se ha encargado al ejército del país la producción de cannabis son dos: «para producir cannabis en unas instalaciones seguras, y porque el servicio armado lleva décadas en el negocio farmacéutico, produciendo antídotos para la guerra química y pastillas contra la malaria para los soldados.»

El ejército «también produce los llamados medicamentos huérfanos, es decir, fármacos para tratar enfermedades o afecciones raras que las grandes compañías ignoran debido a sus bajos índices de producción». Produce «cuatro medicamentos de este tipo para abastecer a 3.000 personas en Italia».

Aunque la producción de cannabis está aumentando, el ejército sólo cultiva dos variedades: FM1 (13% -20% THC <1% CBD) y FM2 (5-8% THC 7-12% CBD), que son las siglas de Farmaceutico Militare.

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Sin embargo, a la FM1 le cuesta igualar los niveles de THC de cepas como Bedrocan (una Jack Herer con un 22% de THC), la más vendida de la compañía del mismo nombre, y la producción de FM2, que contiene niveles similares de cannabinoides al Bediol de Bedrocan, ha sido hasta ahora insuficiente.

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