El primer punto de venta legal de cannabis abre el próximo lunes en Lausana. Tras la aprobación de la legislación federal sobre pruebas piloto de venta de cannabis en 2021, la ciudad de Lausana ha autorizado el proyecto Cann-L para experimentar con la venta de cannabis con el fin de controlar la dinámica del mercado negro y evaluar el impacto en el comportamiento de los consumidores.
Reducir los riesgos
A primera vista, la tienda Cann-L de Lausana dista mucho de lo que podría esperarse de un dispensario de cannabis. La tienda presume de una «fachada sobria y un interior despejado» que evita intencionadamente promocionar sus productos.
Frank Zobel, director adjunto de Addiction Switzerland, subraya que el objetivo no es incitar al consumo, sino ofrecer a los consumidores una elección juiciosa. La tienda ofrecerá bolsitas de tres gramos de hierba denominadas Alpha, Beta, Gamma y Delta, con un contenido de THC que oscila entre menos del 5% y más del 15%. Se espera que la resina de cannabis se una a la gama de productos en breve.
El Sr. Zobel explica la razón de esta selección de productos: «En el mercado negro, la gente compra lo que encuentra. A menudo se trata de productos muy potentes, pero otros menos potentes pueden ser lo que buscan.
Todos los productos que se venden en la tienda proceden de un centro de producción del cantón de Vaud y se cultivan ecológicamente. Está previsto ampliar la producción a otros lugares en función de la demanda. El lugar exacto de cultivo sigue siendo confidencial por razones de seguridad.
En Cann-L, el cannabis recreativo se venderá a entre nueve y doce francos suizos el gramo, dependiendo del contenido de THC. Estos precios están en línea con los del mercado negro, con la esperanza de animar a los consumidores a optar por la alternativa legal y regulada.
Para evitar un consumo excesivo, los participantes en el proyecto Cann-L sólo pueden comprar 10 gramos de cannabis a la vez y no pueden consumir más de 10 gramos de THC puro al mes, o 50 gramos de cannabis con un 20% de THC.
Experiencia e interacción con el cliente
La tienda Cann-L se ha diseñado como un espacio inmersivo y educativo. Un equipo de siete empleados especialmente formados atenderá a los clientes. La tienda cuenta con una zona de charla informal donde los clientes pueden entablar conversaciones sobre el cannabis. Los folletos seleccionados, proporcionados por Addiction Suisse, contribuirán al aspecto educativo de la experiencia, garantizando que los consumidores tengan acceso a información precisa y pertinente.
La edad media de los primeros 250 participantes oscila entre 35 y 37 años, y el 80% son hombres. Consumen cannabis casi a diario. Para facilitar las transacciones, los participantes recibirán tarjetas personales que no sólo les permitirán comprar cannabis, sino que también servirán como prueba de posesión en caso de control policial.
El estudio científico en el que se basa el proyecto Cann-L tendrá como objetivo evaluar el impacto de la venta de cannabis sin ánimo de lucro en el comportamiento de los consumidores. Se pedirá a los participantes que rellenen un cuestionario cada seis meses para recopilar datos valiosos y comprender la evolución del consumo de cannabis en un mercado regulado.