El malayo Nagaenthran es ejecutado por tráfico de drogas en Singapur

Nagaenthran Dharmalingam, malayo con discapacidad intelectual condenado por tráfico de drogas en 2010 y cuyo caso atrajo la atención mundial, ha sido ejecutado en la prisión de Changi, en Singapur.

Nagaenthran, que fue detenido después de que la policía encontrara un paquete de 42,7 gramos de heroína atado a su muslo, fue ahorcado justo antes del amanecer del miércoles, según Al Jazeera..

La ejecución del malayo se produjo después de que el Tribunal de Apelación rechazara la solicitud de la madre del joven, de 33 años, para impedir la ejecución de su hijo. Los jueces dijeron que su petición de última hora era «vejatoria».

El mes pasado, el tribunal calificó los esfuerzos legales para salvar la vida de Naga de «abuso flagrante» del proceso judicial, y dijo que era «inapropiado participar o alentar intentos de última hora» para retrasar o detener una ejecución.

El caso Nagaenthran atrajo la atención mundial sobre el hecho de que Singapur sigue aplicando la pena de muerte, especialmente en casos de narcotráfico, y reavivó el debate en la propia ciudad-estado.

Ravi, abogado que representó a Nagaenthran, expresó en Twitter su dolor por la ejecución del miércoles: «Om Shanti, que tu alma descanse en paz».

Y añadió: «Pueden quebrarnos, pero no derrotarnos. Nuestra lucha contra la pena de muerte continúa».

"You may break us, but not defeat us. Our fight against the death penalty continues." Om Shanti, may your soul rest in peace. pic.twitter.com/034zpO1ssA

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— M.Ravi (@MRavilaw) April 26, 2022

El lunes, unos cientos de personas manifestaron su oposición a la pena de muerte reuniéndose en un parque de Singapur. También se celebraron pequeñas manifestaciones ante la embajada de Singapur en Kuala Lumpur, la capital de Malasia.

El gobierno malasio, expertos de la ONU, la Unión Europea, varias asociaciones de la sociedad civil y personalidades, entre ellas Richard Branson, también habían pedido que se perdonara la vida a Naga.

No one with a disability should be treated this way. Help us save him: https://t.co/0Nvyl7NmVS@reprieve @stephenfry #SaveNagaenthran #Singapore

— Richard Branson (@richardbranson) April 22, 2022

«El uso de la pena de muerte por delitos de drogas es incompatible con el derecho internacional de los derechos humanos», escribió el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) en un comunicado en el que pedía a Singapur que detuviera la ejecución de Naga.

«Los países que aún no han abolido la pena de muerte sólo pueden imponerla por los «delitos más graves», lo que se interpreta como delitos de extrema gravedad que implican homicidio intencional.»

Otras ejecuciones previstas

Singapur también tiene previsto ahorcar el viernes a Datchinamurthy Kataiah, otro malasio condenado por delitos de drogas, en lo que, según la OACDH, parece ser «una aceleración alarmante de los avisos de ejecución en el país». Abdul Kahar Othman, singapurense también condenado por delitos de drogas, fue ahorcado el 30 de marzo, siendo la primera ejecución del país en dos años.

Según Naciones Unidas, al menos otros tres hombres condenados por delitos de drogas, Roslan bin Bakar, Rosman bin Abdullah y Pannir Selvam Pranthaman, corren riesgo inminente de ejecución.

En una declaración, Erwin van der Borght, director del Programa para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional, calificó la ejecución de Nagaenthran de «acto vergonzoso del gobierno de Singapur» y afirmó que éste «sigue un camino cruel que va en contra de la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte».

Singapur tiene una de las leyes sobre drogas más duras del mundo y afirma que la pena de muerte tiene un efecto disuasorio. Según la ONU, más de 50 personas están condenadas a muerte en Singapur.

«Esta disuasión ha sido desacreditada en repetidas ocasiones, y no hay pruebas de que la pena de muerte sea más eficaz para reducir la delincuencia que la cadena perpetua», afirmó van der Borght, de Amnistía. «Se ha demostrado que las políticas punitivas contra las drogas que imponen penas severas perjudican a las personas en lugar de protegerlas de los problemas causados por las drogas».

Malaisia e Indonesia también imponen penas de muerte por delitos relacionados con las drogas, pero Malasia ha revisado su uso en estos casos y actualmente mantiene una moratoria sobre las ejecuciones.