El mercado australiano del cannabis medicinal está experimentando un crecimiento sin precedentes desde su legalización en 2016, con previsiones que apuntan a que las ventas se cuadruplicarán a partir de 2022, alcanzando casi 1.000 millones de dólares a finales de 2024.
Un mercado en crecimiento
Los datos de ventas facilitados a la Therapeutic Goods Administration (TGA) muestran un importante crecimiento interanual. Solo en el primer semestre de 2024 se vendieron 2,87 millones de unidades de cannabis medicinal, un aumento espectacular respecto a los 1,68 millones de unidades vendidas en el segundo semestre de 2023. El gasto estimado de los consumidores pasó de 234 millones de dólares en 2022 a 448 millones en 2023, y a 402 millones sólo en los seis primeros meses de 2024.
John Ryan, director general del Instituto Penington, una organización de investigación que promueve enfoques de reducción de daños en el consumo de drogas, atribuye este crecimiento a una mayor concienciación pública, al aumento del número de profesionales sanitarios que prescriben estos productos y a la expansión de los servicios de telesalud.
«A finales de año, [el gasto] habrá alcanzado los mil millones», afirmó Ryan, destacando lo lejos que ha llegado el sector desde la introducción de los planes de acceso regulado en 2016.
La accesibilidad del cannabis medicinal en Australia ha mejorado con el tiempo, gracias a factores como la simplificación de los procesos de prescripción y la popularidad de los productos con alto contenido de THC. Con el plan de prescriptores autorizados, los médicos pueden recetar una amplia categoría de cannabis medicinal.
Sin embargo, están surgiendo algunas preocupaciones sobre el posible uso no médico bajo prescripción médica.
Un informe del citado Instituto Penington sostiene así que restringir el acceso al cannabis sólo por la vía médica es insostenible y pide al Gobierno que sustituya el actual modelo penal por un marco regulado para el consumo de adultos. Describe el sistema actual como «corto de miras», dada la gran demanda de cannabis como producto relativamente inofensivo.
El miércoles, los esfuerzos por avanzar en la reforma de la ley del cannabis se vieron frustrados por el rechazo en el Senado de un proyecto de ley para legalizar el cannabis, patrocinado por los Verdes. El senador David Shoebridge criticó la decisión y declaró: «Los laboristas y la Coalición se han unido una vez más para rechazar la reforma legislativa que quería la comunidad.»