Una nueva revisión científica ha revelado el prometedor potencial de cannabinoides como el THC, el CBD y la CBG en el tratamiento del cáncer.
Los investigadores concluyeron que estos compuestos pueden limitar el crecimiento tumoral y evitar que el cáncer se extienda, lo que demuestra su potencial como agentes anticancerígenos. Aunque esta investigación es prometedora, los científicos reconocen que aún queda mucho por saber sobre cómo funcionan estos cannabinoides y la dosis óptima.
Beneficios potenciales de los cannabinoides en el tratamiento del cáncer
Según una revisión de estudios publicada en Discover Oncology, los cannabinoides han demostrado importantes propiedades anticancerígenas.
Estos compuestos pueden inducir la apoptosis (muerte celular programada), estimular la autofagia (la forma que tiene el organismo de limpiar las células dañadas) y detener el ciclo celular.
Además, los cannabinoides han demostrado propiedades antiproliferativas, antiangiogénesis e inhibición de la metástasis, todas ellas esenciales para prevenir la propagación de las células cancerosas. Los cannabinoides también han demostrado su eficacia en cuidados paliativos, ayudando a regular el apetito, controlar el dolor y proporcionar efectos contra las náuseas en pacientes sometidos a quimioterapia.
Aunque los ensayos clínicos han confirmado la eficacia de los cannabinoides en la regresión tumoral y la mejora de los resultados sanitarios, los investigadores señalan que los mecanismos de acción que subyacen a estos efectos no se conocen del todo. Reclaman más investigación para comprender cómo interactúan los cannabinoides con las células cancerosas e influyen en el entorno tumoral.
El estudio afirma que, aunque muchos pacientes con cáncer ya consumen cannabis, sobre todo en cuidados paliativos, se necesitan más ensayos controlados aleatorios a gran escala. Estos estudios permitirán validar los efectos terapéuticos de los cannabinoides y desarrollar tratamientos estandarizados para los pacientes con cáncer.
Cannabinoides y quimioterapia: ¿una relación sinérgica?
Cada vez hay más pruebas de que los cannabinoides pueden mejorar la eficacia de los tratamientos tradicionales contra el cáncer, como la quimioterapia. Entre los estudios revisados, algunos sugieren que combinar CBD y THC con fármacos quimioterapéuticos como cisplatino, gemcitabina y paclitaxel puede aumentar los efectos citotóxicos de estos fármacos, provocando una mayor muerte de las células cancerosas. Al modular las vías implicadas en la regulación del ciclo celular y la apoptosis, los cannabinoides pueden hacer que las células cancerosas sean más susceptibles a la muerte inducida por la quimioterapia.
Esta potencial sinergia entre los cannabinoides y la quimioterapia allana el camino para seguir explorando cómo podría utilizarse el cannabis como terapia complementaria en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, al igual que otros aspectos del uso de cannabinoides, esta área requiere más investigación para aclarar las interacciones y establecer directrices clínicas coherentes.
El papel de los cannabinoides menores en el tratamiento del cáncer
Además de cannabinoides bien conocidos como el THC y el CBD, compuestos menos conocidos como el CBG, el CBC, el CBN y el CBDV también se muestran prometedores como agentes anticancerígenos. Otro estudio publicado en la revista BioFactors exploró el potencial de estos cannabinoides menores en el tratamiento del mieloma múltiple (MM), un tipo de cáncer de la sangre.
El estudio probó las respuestas en modelos celulares y descubrió que los cuatro cannabinoides tenían efectos citotóxicos sobre las células del MM. El CBN también se probó en un modelo de ratón y mostró potencial para su aplicación in vivo, lo que sugiere que estos cannabinoides menos conocidos pueden tener un potencial terapéutico sin explotar.
Estos resultados ponen de relieve la diversidad de los cannabinoides y sus posibles funciones en oncología. Aunque la mayoría de las investigaciones se han centrado en el THC y el CBD, cada vez hay más pruebas que sugieren que cannabinoides menores podrían ofrecer valiosas herramientas en la lucha contra el cáncer.
A pesar de estos prometedores resultados, siguen existiendo importantes lagunas en nuestra comprensión de cómo actúan los cannabinoides a nivel celular. Comprender las vías de señalización y cómo afectan estos compuestos al microambiente tumoral es esencial para explotar plenamente su potencial terapéutico.
Los autores de la revista Discover Oncology señalan que la investigación sobre cannabinoides y cáncer aún está en pañales. Aunque el uso del cannabis con fines medicinales se remonta a siglos atrás, la investigación científica moderna sobre las propiedades anticancerígenas de los cannabinoides es relativamente reciente. Una mejor comprensión de cómo interactúan los cannabinoides con las células cancerosas podría conducir a tratamientos más eficaces contra el cáncer.
Los cannabinoides se utilizan ampliamente en cuidados paliativos, sobre todo en pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia. Los productos basados en cannabinoides ayudan a regular el apetito, controlar el dolor y combatir las náuseas, lo que los convierte en un valioso complemento de los planes de tratamiento destinados a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Aunque el cannabis se utiliza habitualmente para aliviar los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer, los investigadores también están estudiando si los cannabinoides pueden desempeñar un papel directo en el tratamiento de la propia enfermedad. Según un estudio de 2019, el cannabis podría ralentizar el crecimiento de las células cancerosas y, en algunos casos, matarlas por completo. Sin embargo, el estudio señaló que la mayor parte de esta investigación se ha llevado a cabo in vitro (fuera de un organismo vivo), por lo que se necesitan más estudios con sujetos humanos.