Cannabis medicinal

Tailandia pretende limitar el consumo de cannabis a fines exclusivamente médicos

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Desde su histórica decisión de decriminalizar el cannabis en junio de 2022, Tailandia se ha consolidado como pionera regional en el Sudeste Asiático.

Pero tres años después, las tornas han cambiado. El Gobierno tailandés, dirigido por el ministro de Salud Pública Somsak Thepsuthin, está ahora firmemente decidido a regular el cannabis, reclasificándolo como estupefaciente de categoría 5 y restringiendo su uso únicamente a fines médicos.

Un experimento efímero de liberalización del cannabis

La decisión inicial de Tailandia de despenalizar el cannabis formaba parte de una iniciativa de salud pública.

El Partido Bhumjaithai, un actor clave en el anterior gobierno de coalición, presionó para que se eliminara el cannabis de la lista de estupefacientes prohibidos en el país, con el objetivo de impulsar la economía a través del cannabis medicinal y el turismo de bienestar. El entonces ministro de Sanidad Anutin Charnvirakul, líder del partido, lideró la reforma y supervisó su aplicación en 2022.

El despliegue superó rápidamente las intenciones iniciales. Aunque oficialmente se limita al consumo médico, la falta de una regulación estricta ha propiciado la aparición de más de 10.000 tiendas de cannabis, especialmente concentradas en Bangkok. Estos dispensarios, que a menudo operan sin supervisión médica, han contribuido a lo que los críticos llaman una «fiebre verde» hacia el consumo recreativo no regulado.

Una reacción política y reguladora

La liberalización del cannabis se convirtió casi inmediatamente en un tema controvertido. A pesar de su popularidad entre algunos lugareños y visitantes extranjeros, la rápida proliferación de dispensarios suscitó preocupación por la salud pública y la exposición de los jóvenes.

El ministro de Sanidad Somsak Thepsuthin, ahora figura central en el cambio de rumbo, siempre se ha mostrado crítico con la gestión del cannabis por parte del Gobierno anterior

«Cuando el cannabis fue retirado de la lista de estupefacientes en 2022, el Gobierno debería haber aprobado una ley para regular su consumo en un plazo de 120 días», dijo, según Thai PBS World. «Pero no se tomó ninguna medida»

Con la reciente retirada de Bhumjaithai de la coalición gobernante, Somsak ha retomado su postura intransigente. Ha confirmado su intención de reclasificar el cannabis en la categoría 5 de la Ley de Estupefacientes, una medida que volvería a penalizar el consumo recreativo. Dijo que el proyecto de ley sobre el cannabis de Bhumjaithai no era más que una «ensoñación».

Apretando las tuercas

El 24 de junio de 2025, Somsak firmó una orden ministerial que limita estrictamente el consumo de cannabis con fines médicos. Según las nuevas normas, los ciudadanos necesitarán tanto una receta médica como un certificado médico para obtener cannabis legalmente. Los cambios entrarán en vigor en cuanto se publiquen en el Diario Oficial, aunque todavía no se ha fijado una fecha oficial.

En declaraciones al periódico The Nation Thailand, Somsak subrayó que las medidas no tenían motivaciones políticas. «Hay que hacerlo porque el asunto se ha alargado demasiado. El gobierno ha recibido un gran número de quejas relacionadas con el abuso del cannabis», declaró.

Además de las medidas enérgicas, el Departamento de Salud Pública introducirá directrices más estrictas para los negocios de cannabis:

  • Las tiendas tendrán que tener un profesional sanitario en el lugar.
  • Las autoridades llevarán a cabo inspecciones mensuales
  • A todo comercio que incumpla las normas dos veces se le retirará la licencia.

El marco se incorporará a la Ley de Medicina Tradicional, que ya clasifica el cannabis como planta controlada. Según el Departamento de Medicina Tradicional y Alternativa de Tailandia, se concederá un periodo de gracia para ayudar a las empresas a adaptarse.

La política de coalición y el cannabis

El cannabis se ha convertido en una línea de fractura en la política de coalición tailandesa. El primer ministro Paetongtarn Shinawatra, que asumió el cargo tras Srettha Thavisin, intentó inicialmente mantener una postura equilibrada. Expresó su apoyo al uso médico y comercial del cannabis, en parte para apaciguar al partido Bhumjaithai, que seguía siendo un socio crucial de la coalición en ese momento.

Sin embargo, las tensiones aumentaron tras la revelación de una llamada telefónica entre Paetongtarn y el ex líder camboyano Hun Sen, lo que llevó al Bhumjaithai a retirarse de la coalición. Con la salida del partido, se despejaba el camino para un giro más conservador en la política cannábica.

El líder de los Bhumjaithai, Supachai Jaisamut, acusó al Ministerio de Sanidad, controlado por Pheu Thai, de gestionar mal la regulación del cannabis. Reafirmó la postura de su partido, diciendo que sólo apoyaba el uso medicinal a partir de 2019. Supachai también pidió la aprobación urgente del proyecto de ley de control del cannabis, aunque las posibilidades de que se apruebe bajo el actual Gobierno parecen escasas.

Opinión pública y perspectivas de futuro

En mayo y junio de 2025, el Departamento de Salud Pública celebró una serie de audiencias públicas para sondear la opinión pública sobre la política del cannabis. Según Somsak, una mayoría de los encuestados se mostró a favor de limitar el cannabis al uso medicinal, lo que refuerza la línea del Gobierno.

Los partidarios de la legalización señalan el impacto económico y social de este repentino giro de 180 grados. Miles de empresas que surgieron durante la fase de liberalización se enfrentan ahora a un futuro incierto.

Los próximos meses serán decisivos para la industria tailandesa del cannabis, que ahora debe asumir este brutal giro político. Teniendo en cuenta que Tailandia sabe cómo soplar aire caliente a la vista de todos, mientras que en la práctica deja mucho espacio para la acción.

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