Los dos endocannabinoides más conocidos son anandamida y 2-AG, descubiertos a principios de los años 90. Se sintetizan en el organismo a partir del ácido araquidónico, un ácido graso esencial omega-6 que se encuentra en la carne, los huevos, la leche y el pescado, o se procesa a partir de otro omega-6 llamado ácido linoleico, que se encuentra en los frutos secos, las semillas y algunos aceites vegetales refinados.
Aunque la anandamida y el 2-AG acaparan la atención, no son los únicos que interactúan con los receptores CB1 y CB2. En un documento publicado en 2019, investigadores de la Universidad de Illinois informaron del reciente descubrimiento de otros cuatro endocannabinoides y sus derivados, todos ellos sintetizados en el organismo a partir de dos ácidos grasos esenciales de la familia de los omega-3 que se encuentran principalmente en el pescado y los suplementos.
Lo que nos lleva a este reciente descubrimiento, una molécula llamada pentadecanoilcarnitina (PDC). Según el artículo publicado en Scientific Reports, el PDC se sintetiza en el organismo a partir de otro ácido graso dietético conocido como ácido pentadecanoico o C15:0, que se encuentra principalmente en los productos lácteos enteros, pero también en algunos pescados, plantas y otros alimentos. Se une a los receptores CB1 y CB2, entre otros, y puede desempeñar un papel en diversos procesos fisiológicos relacionados con la regulación de la inflamación, el dolor, el estado de ánimo y el sueño.
El estudio resume su trabajo de la siguiente manera: «Al igual que los humanos, los delfines mulares son mamíferos longevos y de cerebro grande. Se ha demostrado la relación entre las concentraciones circulantes más elevadas de C15:0 y C17:0 y un menor riesgo de padecer enfermedades metabólicas crónicas. Cuando se alimentó a los delfines con una dieta modificada rica en C15:0 de pescado, su metaboloma sérico cambió, dando lugar a niveles más bajos de insulina y colesterol, así como a una anemia atenuada.»
Para comprender mejor estos cambios, el equipo trató esta vez de estudiar las actividades biológicas de los metabolitos C15:0 clave. Primero analizaron los análisis de sangre recogidos previamente de los delfines con la dieta modificada para identificar los compuestos cuyos niveles aumentaban con el consumo de ácidos grasos. Después de seis meses de alimentación, la pentadecanoilcarnitina surgió como el metabolito número uno más asociado o predictivo del consumo elevado de C15:0.
A continuación, la PDC se probó en el laboratorio en una docena de sistemas celulares humanos que modelaban diversos estados de enfermedad para dilucidar sus efectos directos. Se descubrió que tiene actividades antiinflamatorias dependientes de la dosis en cinco de estos sistemas que se consideran clínicamente relevantes para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, inmunitarias, neoplásicas (relacionadas con los tumores), pulmonares y cutáneas.
Por último, para evaluar sus mecanismos moleculares de acción, los investigadores probaron la actividad de la PDC en una serie de objetivos, como receptores, transportadores, canales iónicos y enzimas. Se descubrió que es un agonista completo en los receptores CB1 y CB2, una característica que comparte con otro endocannabinoide conocido, el 2-AG.
El artículo concluye: «Debido a la disminución del consumo de leche entera en la población general… se necesitan más estudios para evaluar los posibles vínculos entre el aumento global de las alergias, los trastornos mentales y los trastornos del sueño y las deficiencias nutricionales de C15:0».
También sería conveniente investigar más sobre la pentadecanoilcarnitina y su papel como endocannabinoide. Aunque parece ser uno de los al menos siete endocannabinoides identificados hasta la fecha que sirven como agentes de señalización dentro del sistema endocannabinoide, el principal sistema de regulación del organismo, en la actualidad sólo se ha estudiado mínimamente en la literatura científica.