El cannabis en Asia
14.000 firmas en la petición para legalizar el cannabis en Taiwán
Están hartos de vivir en un país donde fumar cannabis puede llevar a dos años de cárcel, y venderlo a cadena perpetua. Varias decenas de jóvenes taiwaneses se manifestaron a favor de la legalización del cannabis frente al Ministerio de Justicia. Algunos iban disfrazados de flores de cannabis, otros sostenían gigantescos porros falsos en las manos.
En esta isla asiática independiente de facto pero reclamada por China, los organizadores de la manifestación también recogieron 14.000 firmas para impulsar la ley. Toda una hazaña para un país de 23 millones de habitantes.
La normativa sobre el cannabis es muy estricta. Por eso, los manifestantes quieren que las campañas antidroga del Ministerio de Justicia dejen de dirigirse a los consumidores de cannabis. También esperan que se despenalice, dado que la ONU ha reclasificado el cannabis.
En una muestra de que el cannabis es un tema tabú en Taiwán, la policía intentó reprimir la manifestación. Los vídeos muestran a agentes de policía pidiendo a los manifestantes que se dispersen. Según la policía, la manifestación era ilegal porque empezó temprano.
«Si empiezas con el cannabis, tomarás heroína»
Pero puede que las cosas se vayan moviendo poco a poco. El gobierno taiwanés propuso recientemente reducir las penas por consumo personal de cannabis. Algunos políticos también participaron en una manifestación a favor de la legalización el año pasado, como el diputado independiente Freddy Lim.
El cannabis sigue estando muy mal visto en toda Asia. «Toda nuestra educación nos enseña, básicamente, que el cannabis es una droga que nos envenena, y que si empiezas a fumar cannabis hoy, mañana te meterás heroína, robarás a la gente y matarás por dinero», bromeó la abogada Zoe Lee, que asistió a la protesta, en el Hong-Kong Free Press.
El cambio de actitudes también podría implicar la ayuda de los vecinos asiáticos. De hecho, Tailandia quiere convertirse en «el Ámsterdam de Asia». De hecho, el país acaba de despenalizar el consumo de cannabis. El consumo podría así autorizarse en ciertos lugares, aunque el Gobierno no llegará «hasta los coffee shops». No será del todo Ámsterdam, pero ya es mucho.