En una decisión que confirma un veredicto anterior, el Tribunal Supremo de Casación italiano ha vuelto a dictaminar que cultivar un pequeño número de plantas de Cannabis en casa para uso personal no constituye delito.
La decisión es consecuencia del recurso presentado por un hombre acusado de posesión de drogas por cultivar unas pocas plantas de cannabis en su jardín para uso propio. El Tribunal de Apelación de Nápoles ya había revisado parcialmente la sentencia original y absuelto al acusado.
En 2019, el órgano del tribunal supremo ya había dictaminado, en otro caso, que «las actividades de cultivo más pequeñas realizadas en casa, que, por las técnicas rudimentarias, el pequeño número de plantas, la cantidad muy pequeña de productos que se pueden obtener, la ausencia de otros indicadores de su inclusión en el mercado de drogas, parecen estar destinadas exclusivamente al uso personal del productor no son un delito.»
En otras palabras, si un cultivo casero es exclusivamente para uso personal y no afecta al orden público ni a la salud, el cultivo de pequeñas cantidades de cannabis es legal. Sin embargo, el Tribunal de Casación no es el Parlamento. Mientras que el primero puede sugerir cómo interpretar una ley, sólo el segundo tiene poder para cambiarla.
Mientras no se modifique la ley italiana, cada vez más juicios acabarán en absolución, lo que creará una brecha entre el Parlamento y los tribunales.
Cambio de enfoque sobre el autocultivo de cannabis
En la sentencia dictada el 24 de febrero de este año y recogida por Cannareporter, los jueces señalaron que el acusado era «simplemente» un consumidor habitual de cannabis y que no había pruebas que sugirieran que su futura cosecha estuviera destinada a ser vendida o distribuida a terceros.
Además, en el cultivo sólo se utilizaron técnicas rudimentarias, lo que dio como resultado un número limitado de plantas y una cantidad insignificante de cannabis producida.
Aplicando estos criterios, el tribunal confirmó la inocuidad del comportamiento del acusado. Reconocieron que el cannabis encontrado era únicamente para uso personal, sin que hubiera indicios de intención de vender o distribuir el producto.
La sentencia fue acogida con satisfacción por los defensores de la reforma de la política de drogas como un paso hacia un enfoque más racional y basado en pruebas de las leyes sobre drogas.