El Partido Pirata Checo propone una enmienda al código penal del país destinada a suavizar significativamente las restricciones legales a la posesión y cultivo de cannabis.
Liderados por el diputado pirata Ivan Bartoš, los cambios propuestos pretenden aumentar el límite de posesión a 900 gramos y adecuar la ley a las realidades prácticas del cultivo de cannabis para uso recreativo o medicinal.
La enmienda actual y sus limitaciones
La actual propuesta presentada por el Gobierno checo ya supone un modesto avance hacia la liberalización de las leyes sobre el cannabis. Aprobada por el gabinete, la enmienda permitiría el cultivo de hasta tres plantas de cannabis que contengan más de uno por ciento de THC. Los límites de posesión se fijan en 25 gramos de cannabis seco para uso personal en el exterior y 50 gramos en el hogar.
Los diputados piratas creen que estos límites son inadecuados y no responden a las necesidades reales de los consumidores y cultivadores de cannabis. Según el ministro de Justicia Pavel Blažek, del ODS (Partido Cívico Democrático), la enmienda del Gobierno representa una relajación controlada de las restricciones, negociada en consulta con la policía, los fiscales y los representantes del poder judicial con el fin de mantener el orden legal y social.
Ivan Bartoš y su partido consideran «absurdos» estos modestos límites, ya que cada una de las tres plantas autorizadas podría producir mucho más de 50 gramos.
En palabras de Ivan Bartoš, «la gente sólo podría cultivar legalmente 50 gramos en casa, mientras que la propuesta permite hasta tres plantas, cada una de las cuales podría producir hasta 300 gramos».
Esta aparente contradicción convertiría a los cultivadores legales en delincuentes en cuanto sus plantas alcanzaran la madurez. Los Piratas creen que esta medida podría poner a los ciudadanos respetuosos con la ley en un riesgo legal innecesario.
Un llamamiento a una legislación realista sobre el cannabis
El Partido Pirata prevé una reforma más amplia que vaya más allá de pequeños ajustes en los límites de posesión. Ha pedido activamente al gobierno que introduzca un «mercado regulado para el cannabis«, que, según afirma, despenalizaría el consumo y abordaría de forma más exhaustiva los problemas de salud y seguridad pública.
Ivan Bartoš subrayó que «si el Gobierno se niega a introducir un mercado regulado, al menos debería introducir límites realistas en esta propuesta».
A pesar de estas ambiciones, la posición del Gobierno sigue siendo conservadora, en parte debido a las objeciones dentro de la coalición gobernante.
El Partido Popular y TOP 09, ambos miembros de la coalición, han manifestado su oposición a un mercado regulado de cannabis, al considerar tales medidas demasiado liberales. El ministro de Justicia, Blažek, subrayó los límites de aplicar reformas más amplias, afirmando que los ajustes actuales consisten en «una cierta supresión de la criminalidad», acordada tras extensas negociaciones.
Para sacar adelante su propuesta, los Piratas se están acercando a otros partidos políticos. Ivan Bartoš dijo que se estaba acercando a posibles aliados dentro de los partidos de la coalición, como STAN (Alcaldes e Independientes) y algunos miembros de ODS. Los Piratas también están considerando trabajar con ANO, un partido de la oposición, para crear una coalición fuerte a favor de límites de posesión más altos.
Aunque abierto al diálogo, Blažek reconoció que el Partido Pirata había participado en la redacción de la enmienda original y comprendía los compromisos necesarios para conseguir la aprobación del gobierno.
Como dijo Blažek, «me comunico muy bien con el Partido Pirata y estamos discutiendo si sería posible abordar la cuestión a través de una enmienda y tal vez aumentar la cantidad de alguna manera.»
Aún queda mucho camino por recorrer
Aunque la propuesta del Partido Pirata es ambiciosa, la posición actual del gobierno checo sugiere que cualquier avance hacia un mercado regulado de cannabis podría enfrentarse a importantes obstáculos. El ex coordinador antidroga Jindřich Vobořil ya había preparado un amplio proyecto de ley sobre la regulación del cannabis, pero se estancó por falta de consenso dentro de la coalición.
Los Piratas critican esta reticencia, considerándola una oportunidad perdida para una reforma sustancial. En lugar de «cambios cosméticos», como Ivan Bartoš califica la actual propuesta del Gobierno, creen en un enfoque con visión de futuro que adapte las leyes de posesión a las necesidades sociales y los conocimientos científicos.
