El Tribunal Superior de Justicia de Brasil (STJ) ha aprobado la plantación, el cultivo, el procesamiento y la venta de cáñamo con fines médicos bajo estrictas regulaciones. Sin embargo, las aplicaciones industriales del cáñamo más allá de la sanidad siguen excluidas por el momento, lo que deja margen para futuros desarrollos.
Una gran oportunidad para la industria brasileña del cáñamo medicinal
Con una población de más de 200 millones de habitantes y una creciente aceptación de los tratamientos basados en el cannabis, Brasil está preparado para convertirse en un actor importante en el mercado global del CBD medicinal. Se espera que el mercado nacional de cannabis medicinal, que incluye productos basados tanto en THC como en CBD, alcance los 185 millones de dólares en 2024. En concreto, el CBD representa el 70-80% de este total debido a sus aplicaciones más amplias y a sus menores restricciones regulatorias en comparación con el THC.
La reciente sentencia del TSJ se deriva de un caso que impugnaba las restricciones impuestas por ANVISA, la agencia reguladora de la salud de Brasil, que anteriormente prohibía la importación de semillas de cáñamo y su cultivo local. La juez Regina Helena Costa subrayó que la sentencia se refiere específicamente al uso del cáñamo con fines médicos, de acuerdo con el derecho constitucional a la salud. Afirmó:
«La consideración de la controversia debe limitarse a la posibilidad de importar semillas de cáñamo y luego cultivarlas para cumplir con los requisitos del derecho a la salud, que está en la raíz de esta acción legal.»
Beneficios y desafíos normativos
La sentencia obliga a ANVISA a establecer un marco regulatorio en un plazo de seis meses, allanando el camino para las cadenas de suministro de cáñamo medicinal. La decisión también aclara que las plantas de cáñamo que contienen menos del 0,3% de THC no están clasificadas como estupefacientes en la legislación brasileña, ya que no tienen propiedades psicoactivas y no causan adicción.
Los principales aspectos de las directrices del Tribunal son los siguientes:
- Límites de THC: El cáñamo industrial con una concentración de THC inferior al 0,3% no está sujeto a la reglamentación sobre estupefacientes.
- Marco controlado: Todas las variedades de cannabis, incluido el cáñamo industrial, permanecen bajo supervisión gubernamental para garantizar el cumplimiento de los convenios internacionales
- Únicamente para uso médico: El cultivo y la comercialización del cáñamo están restringidos a fines médicos y farmacéuticos, a la espera de nuevas medidas reguladoras
Aunque la decisión es una victoria para el sector del cáñamo medicinal, las partes interesadas han expresado reacciones encontradas. Según Lorenzo Rolim da Silva, presidente de la Asociación Latinoamericana de Cáñamo Industrial (LAIHA):
«Este es un momento histórico para el panorama regulatorio brasileño, pero no es todo lo que esperábamos».
No se habló de aplicaciones industriales, como textiles y bioplásticos, lo que deja a los partidarios optimistas pero cautelosos sobre el futuro del cáñamo en Brasil.
