Estudio: el éxtasis incita a los pulpos a acurrucarse

Cualquiera que haya tomado MDMA probablemente haya experimentado un subidón de euforia y sensación táctil. Resulta que lo mismo les ocurre a los pulpos.

Un estudio de 2018 realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, cuyas conclusiones se presentan en un artículo publicado este mes en Psychedelic Spotlight, puso a prueba la «respuesta conductual a la MDMA, o éxtasis, una popular droga que altera el estado de ánimo» en estas criaturas marinas. El experimento transformó el hábitat de los animales en una especie de rave submarina.

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El investigador principal «diseñó un experimento con tres cámaras de agua interconectadas: una cámara vacía, una cámara con una figura de plástico bajo una jaula y una cámara con un pulpo hembra o macho criado en laboratorio».

«Cuatro pulpos macho y hembra fueron expuestos a la MDMA colocándolos en un vaso de precipitados que contenía una versión licuada de la droga, que es absorbida por los pulpos a través de sus branquias. A continuación, se les colocó en cámaras experimentales durante 30 minutos. Los cuatro pulpos tendían a pasar más tiempo en la cámara donde había un pulpo macho enjaulado que en las otras dos cámaras», explica el estudio.

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«La mayoría de los pulpos son animales asociales que evitan a los demás, incluidos otros pulpos. Pero debido a algunos de sus comportamientos, Dölen pensó que podría haber un vínculo entre la genética que guía el comportamiento social en ellos y en los humanos. Por eso estudió la genómica de los neurotransmisores, las señales que las neuronas se transmiten entre sí para comunicarse. Gül Dölen y Eric Edsinger, investigador del Laboratorio Biológico Marino de Woods Hole (Massachusetts), examinaron la secuencia genómica del Octopus bimaculoides, conocido comúnmente como pulpo californiano de dos manchas.

El estudio prosigue: «Más concretamente, en las regiones genéticas que controlan cómo las neuronas unen los neurotransmisores a sus membranas, Dölen y Edsinger descubrieron que los pulpos y los humanos tenían códigos genómicos casi idénticos para el transportador que une el neurotransmisor serotonina a la membrana de la neurona. La serotonina es un conocido regulador del estado de ánimo y está estrechamente relacionada con ciertas formas de depresión».

Dölen, profesor adjunto de Neurociencia en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins e investigador principal de los experimentos, explicó que «los cerebros de los pulpos se parecen más a los de los caracoles que a los humanos, pero nuestros estudios demuestran que pueden mostrar algunos de los mismos comportamientos que nosotros».

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«Lo que sugieren nuestros estudios es que ciertas sustancias químicas cerebrales, o neurotransmisores, que envían señales entre neuronas necesarias para estos comportamientos sociales, se han conservado a lo largo de la evolución», afirma Dölen.

Dölen señaló que el largo periodo que pasaron los pulpos en las cámaras experimentales fue «no sólo más largo cuantitativamente, sino también cualitativamente».

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«Tendían a abrazar la jaula y a apoyar sus piezas bucales en ella», explicó Dölen. «Esto es muy similar a la forma en que los humanos reaccionan a la MDMA; se tocan con frecuencia»

«Los pulpos suspenden su comportamiento antisocial para aparearse, por ejemplo. Luego, una vez completado el apareamiento, cambian al modo agresivo y antisocial», añadió Dölen.

Dölen señala que «los experimentos sugieren que los circuitos cerebrales que guían el comportamiento social de los pulpos están presentes en condiciones normales, pero pueden ser suprimidos por circunstancias naturales o de otro tipo».

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Los pulpos llevan mucho tiempo fascinando a los biólogos marinos por su prodigiosa inteligencia y su comportamiento avanzado.

Como señala Psychedelic Spotlight, «es sorprendente lo poco que la ciencia sabe aún sobre los pulpos». El sitio web destacó un estudio revisado por pares de 2018 que cuestionaba si los animales eran extraterrestres.

«Como era de esperar, los científicos querían saber más sobre la conciencia de los pulpos y cómo responden a sustancias que alteran la mente como la MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina)», se lee en el sitio web. «Conocida por su capacidad para aumentar los sentimientos de felicidad y cercanía, la MDMA incrementa la producción de serotonina, un neurotransmisor cerebral relacionado con estos sentimientos. El cerebro del pulpo es similar al cerebro humano».

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