los comestibles suelen considerarse una de las mejores formas de experimentar los efectos del cannabis a lo largo del tiempo, a veces a riesgo de experimentar también su potencia. Consumir THC a través de los alimentos puede producir un estado de euforia muy intenso que puede durar de 6 a 8 horas, o incluso más dependiendo de la dosis del comestible.
Sin embargo, algunas personas no experimentan estos efectos con comestibles. Pueden colocarse fácilmente fumando un porro, pero no sienten nada cuando consumen comestibles con infusión de cannabis. Este fenómeno, conocido como «edibloqueo», es más común de lo que pensamos y está ligado a nuestra constitución fisiológica.
Variabilidad de los efectos del cannabis
El cannabis tiene efectos diferentes en distintas personas. Mientras que algunos pueden colocarse con una pequeña cantidad, otros necesitan una cantidad mucho mayor. Una entrevista realizada en 2021 a Al McDonald, un cultivador de cannabis de Ontario (Canadá), pone de manifiesto este problema. McDonald relató cómo, a pesar de consumir una cantidad significativa de THC en forma de comestibles, no sentía nada mientras sus amigos estaban visiblemente colocados. No fue hasta que consumió unos 700 mg de THC que empezó a sentir algún efecto, una dosis muy superior al punto de partida estándar de 5 mg.
Historias similares revelan una inmunidad a los comestibles a pesar del consumo de productos de cannabis extremadamente potentes. Esta inmunidad no sólo es decepcionante para los consumidores recreativos; también complica la dosificación del cannabis medicinal, cuyos efectos precisos son cruciales para el tratamiento.
Preocupaciones científicas
Científicos y médicos siguen explorando las razones de este fenómeno. La doctora Staci Gruber, directora de investigación sobre el cannabis en los Programas de Descubrimiento de Neurociencia del Hospital McLean de Massachusetts, sugiere que algunas personas pueden tener una variante de una enzima hepática específica que las hace «demasiado eficientes» a la hora de metabolizar el THC cuando lo ingieren. El THC se convierte entonces en un metabolito activo que se transforma rápidamente en una forma inactiva, impidiendo el efecto eufórico.
La enzima CYP2C9 desempeña un papel crucial en la forma en que se metaboliza el THC. Este gen es responsable de convertir el THC en 11-Hydroxy-THC, el principal metabolito activo del THC que se forma en el organismo tras su consumo, que se descompone en THC-COOH. Las personas con determinados subtipos de este gen pueden tener dificultades para metabolizar eficazmente el THC.
«Es un poco como si se saltaran el paso intermedio», explica el doctor Gruber.
El papel del hígado y la genética
La genética influye significativamente en cómo reaccionas al cannabis. El hígado, compuesto por enzimas que ayudan a metabolizar las drogas y otras sustancias, desempeña un papel fundamental. Las enzimas P-450 del hígado son responsables del metabolismo primario de las drogas y también ayudan a metabolizar los cannabinoides presentes en el cannabis. Sin embargo, este proceso depende de cómo se expresen las variantes del gen CYP2C9, ya utilizadas para anticipar la reacción al THC o determinar tu compatibilidad con el cannabis.
Muchos otros factores afectan al metabolismo del THC en el cuerpo humano. El metabolismo de las grasas, la grasa corporal, la edad, la genética, la frecuencia de consumo y el peso corporal influyen en el tiempo que se tarda en sentir los efectos del THC.
Aunque una baja tolerancia al cannabis puede ser beneficiosa en muchos sentidos, aún queda mucho por saber sobre por qué algunas personas son edibloqueantes. Se está investigando si hay formas de alterar la expresión genética para permitir que las personas sientan los efectos del cannabis con menos THC.
Mientras tanto, quienes no encuentren interés en los comestibles pueden, donde el cannabis sea legal, plantearse experimentar con otras formas de cannabis. Fumar o consumir concentrado puede resultar más eficaz en este sentido.
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