El Tribunal Administrativo Regional (TAR) del Lacio ha suspendido el decreto que incluía los preparados orales de CBD en la tabla de estupefacientes.
La suspensión es consecuencia de una iniciativa de ICI (Imprenditori Canapa Italia), que presentó un recurso ante el Tribunal Administrativo Regional del Lacio el 3 de octubre, con la ayuda del bufete de abogados Prestige Legal & Advisory.
La suspensión cautelar del decreto CBD fue posible gracias a que, tras la entrada en vigor del decreto, el sector fue testigo de incautaciones indiscriminadas en varias tiendas, incluso de productos -como flores o cosméticos- que nada tenían que ver con lo indicado en el decreto.
«Para evitar daños graves e irreparables a todo el sector, mediante el decreto nº 6652/2023 publicado el 5.10.2023, el Tar Lazio ha accedido a la solicitud de ICI de suspensión del DM del 7.8. 2023», explicó el presidente de ICI, Raffaele Desiante, a nuestro DolceVitaOnline, añadiendo que el razonamiento es el siguiente: «Considerando que, teniendo en cuenta lo deducido sobre este punto en el recurso así como la documentación adjunta acreditativa del embargo y cierre de las empresas, se estima que concurren los requisitos para estimar la solicitud de cautela monocrática solicitada al amparo del artículo 56 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, pendiente de tramitación colegiada».
Como consecuencia del citado decreto, la orden ministerial por la que se clasifican los preparados orales de CBD como estupefacientes ha quedado suspendida hasta la celebración del Consejo de Ministros previsto para el 24 de octubre.
El 14 de febrero de este año, el Tar Lazio había confirmado la legalidad del uso de las partes apicales de la planta, por lo tanto de las flores del cáñamo en base a la ley italiana (242 de 2016) y a la normativa europea e internacional.
«La suspensión está justificada, incluso a la luz de lo que ha sucedido desde su entrada en vigor, con incautaciones indiscriminadas de todo, flores, aceites y productos, sin distinción», subraya el abogado Giacomo Bulleri. Es sin duda la confirmación de que se trata de una medida anticientífica, porque no tenía sentido incluirla en la tabla de estupefacientes cuando podría considerarse un medicamento, y luego antijurídica, dado que hay que cumplir las normas de la UE. En Europa está en marcha un proceso de alineación, por lo que dar marcha atrás no contribuye a la estabilidad del mercado».